Saltillo, Coahuila.- Mientras que Elisa Catalina Villalobos se mantiene como candidata del PVEM a la alcaldía de Saltillo, el Instituto Electoral de Coahuila (IEC) dio a conocer que solo dos candidaturas a las 38 alcaldías de Coahuila han solicitado seguridad.
Gerardo Blanco Guerra señaló que en los casos de seguridad las dos son mujeres, como la de Castaños, de Morena, y la de Ramos Arizpe, por el PVEM, al señalar que han recibido diversas amenazas y que son víctimas de acoso.
Las solicitudes de Ruth Noemí López, de Morena, y de Areli Flores, del PVEM, se hicieron llegar al IEC, quien a su vez presentó dicho planteamiento a la Secretaría de Gobierno, la Fiscalía General del Estado, la Secretaría de Seguridad y la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales, para su conocimiento.
Después de la atención de las peticiones, ambas candidatas ya realizan sus campañas electorales acompañadas de seguridad con el fin de garantizar su integridad física, manifestó el Secretario Ejecutivo del IEC.
Comentó que al Instituto solo le corresponde hacer las gestiones ante las autoridades estatales para otorgarles la seguridad que demandan las y los candidatos.
Expresó que sobre las posibles amenazas o situaciones de acoso ya le corresponde a las autoridades judiciales del estado investigar para ver si existe algún delito que se pueda perseguir en caso de encontrar algo sobre los hechos denunciados.
SE MANTIENE CATALINA
También, mencionó que Elisa Catalina Villalobos se mantiene como candidata del PVEM a la alcaldía de Saltillo, en virtud de que no ha ratificado su denuncia ante el Comité Municipal Electoral de esta capital.
“Ante el IEC ella se mantiene como la candidata hasta que no ratifique su posible renuncia, la que se tiene que hacer, si ella lo decide, en respeto a sus derechos político-electorales”, agregó.
Sobre los posibles gastos de campaña que pudiera hacer o no, externó que la fiscalización de los recursos de los candidatos es un tema que le corresponde al Instituto Nacional Electoral (INE).
Resaltó que los recursos para las campañas se entregan a las dirigencias partidistas y ellos los distribuyen entre sus candidaturas y que todos son fiscalizados.