La Comisión de Derechos Humanos del Estado de Coahuila (CDHEC) continúa realizando eventos importantes orientados a debilitar uno de los grandes males que se niega a desaparecer: la discriminación por motivos religiosos, un fenómeno que sigue dando de qué hablar en México y en los demás países del mundo.
Una nota de Marcela Delgado González de El Sol de La Laguna refiere que el evento en cuestión se realizó el sábado 21 de septiembre de 2024 en las instalaciones del organismo que tiene la misión de “proteger, difundir y estudiar los derechos humanos previstos en los ordenamientos jurídicos mexicanos y en los tratados internacionales”.
La CDHEC organizó el evento en coordinación con la Iglesia La Luz del Mundo en la Comarca Lagunera, contando con la presencia de autoridades escolares, y jóvenes pertenecientes a esta comunidad religiosa, “a partir de los once años hasta los 25 años de edad”, refiere la nota periodística.
El propósito de la conferencia es que los asistentes se informen debidamente sobre lo que se debe hacer cuando se producen en su contra atropellos a su libertad religiosa, un derecho fundamental que está “garantizado por el artículo 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, el artículo 18 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Declaración sobre la Eliminación de Todas las Formas de Intolerancia y Discriminación Fundadas en la Religión o las Convicciones”.
Lastimosamente, a pesar de las normas internacionales antes mencionadas, y de lo que establece en su artículo 24 la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en varias entidades del país se siguen presentando diversos casos de violencia religiosa.
Por ello debemos aplaudir la realización de los eventos que le recuerdan a la sociedad que todos los seres humanos, en cualquier parte del mundo, tienen el derecho a profesar la religión de su preferencia, sin injerencias indebidas. Y nadie puede impedir el ejercicio de este derecho.
Tengo claro que lo ideal sería lograr la erradicación de este mal milenario causante de las peores barbaridades en diferentes momentos de la historia; sin embargo, lo primero es trabajar para reducir estas prácticas inaceptables, para enseguida procurar por la vía de las leyes la supresión de la intolerancia religiosa.