El futuro de la educación se está transformando en un ambiente de enseñanza aprendizaje digitalizado, en donde los alumnos consiguen aprender a través de diferentes dinámicas y estrategias que se encuentran alimentadas por las TIC’s.

En estos tiempos modernos la tecnología se ha convertido en un componente integral para la educación en donde los estudiantes aprenden y se conectan con una gran cantidad de personas, universidades e instituciones educativas..

Los avances en la tecnología han transformado radicalmente los lugares, los paisajes y los ambientes de trabajo. Ahora en este mundo globalizado y en medio de la incipiente quinta revolución industrial, la tecnología juega un papel fundamental, incrementando la interacción hombre máquina, esto generará que la mayoría de las carreras técnicas y universitarias se vean afectadas por la tecnología y necesitarán de planes y programas de estudio que cuenten con nuevas materias en donde los alumnos desarrollen las mentalidades y un conjunto de habilidades necesarias para triunfar profesionalmente y convertirse en una generación de personas reflexivas, investigadoras, creativas e innovadoras.

El gobierno, los actores de la educación y los responsables de generar las políticas de educación deben de fortalecer las instituciones educativas para que vayan de acuerdo con el futuro en donde el tema de la tecnología forma parte central.

Recordemos que la pandemia Covid-19 nos sorprendió a nivel mundial en todos los aspectos, esto nos hizo crear un sistema de educación más fuerte y adaptable para que pueda responder ante cualquier cambio. Incrementó la conciencia en cuanto a las brechas digitales y generó conmoción en el bienestar de la salud emocional.

Por otro lado, también concedió posibles rutas para avanzar, es decir, los docentes adoptaron nuevas posturas de enseñanza y planes de trabajo, pusieron en práctica nuevas formas de estudio para los alumnos, aprovecharon mejor la infraestructura escolar, y se establecieron estrategias de enseñanza para un ambiente híbrido.

El aprendizaje activo se convirtió en una metodología de enseñanza que motivó a los alumnos a trabajar actualmente y a aprender a través de trabajos en equipo, mesas redondas, conferencias, actividades que los ayudaron a mantenerse involucrados y aprender de manera remota.

Las actividades extracurriculares son un ejemplo sólido de aprendizaje activo que enseñan a los alumnos a trabajar en equipo, habilidades socioemocionales como el civismo y el liderazgo, pensamiento estratégico y la resiliencia. También permite crear equipos de trabajo con alumnos de diferentes géneros, condiciones físicas y edades.

El aula invertida es otra de las estrategias con un enfoque pedagógico cuyo objetivo principal es que los estudiantes complementen el trabajo de clases en casa y lleven a cabo actividades prácticas en el salón.

La tecnología es una herramienta para fortalecer la enseñanza a futuro, si se utiliza positivamente puede otorgar mayores beneficios a los docentes y alumnos, los cuales pueden cambiar la forma de aprender y enseñar, además de adquirir habilidades que le servirán para toda su vida, ya que actualmente en la mayoría de los trabajos se necesita saber computación a la perfección, por eso qué mejor que enseñar a temprana edad a usar las máquinas y herramientas tecnológicas a nuestra disposición de una manera responsable, controlada y con fines académicos.