/ jueves 20 de junio de 2024

Fuera de Agenda | Generales por la Sedena

En marzo pasado la Cámara de Diputados aprobó una reforma a la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea donde por primera vez se abrió la posibilidad para que una mujer con rango de general, pudiera ser quien encabece la secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). La reforma decía que el cargo sería para un general o generala de división “en servicio activo”, lo que cerró la posibilidad que existió antes de ésta adecuación para que un divisionario retirado pudiera ser quien encabezara la dependencia.

Este apartado llevaba dedicatoria para varios generales de brigada que en los últimos años no ascendieron a general de división pero cuyo perfil profesional y hoja de servicios generaba celos profesionales y envidias entre la camarilla de generales que encabeza Luis Cresencio Sandoval González, titular de la Sedena.

Lo que el general secretario buscó fue reducir la lista de candidatos a sucederlo y que quien pudiera ser seleccionado estuviera en deuda con él. Sandoval González apuesta por dos divisionarios muy cercanos cuyos nombres circulan desde noviembre pasado. El primero es el de su compadre el general Gabriel García Rincón, actual subsecretario, quien en este sexenio como Oficial Mayor de la Sedena estuvo al tanto del manejo de los recursos destinados a los grandes proyectos como el Aeropuerto Felipe Ángeles, el Tren Maya, las sucursales del banco del Bienestar entre otros. Con 63 años de edad de su currículum resalta su paso como comandante del 49 de infantería y del grupo de fuerzas especiales del alto mando, y cursos como el de Operaciones en la Jungla, en Panamá, y el avanzado de infantería en Fort Benning, Georgia. Al interior del Ejército se dice que fue dado de baja por plagio en una de sus estancias académicas en Estados Unidos, y fue ascendido a divisionario pese a tener un problema muy serio de salud. Es visto como el general que cuidará las espaldas a Sandoval por las sospechas de mal manejo de los recursos en los proyectos encargados a la Sedena en este sexenio.

Más activo en las relaciones públicas y hombre de todas las confianzas del secretario es el jefe de Estado Mayor Conjunto de la Defensa Nacional (EMCDN), el general Ricardo Trevilla Trejo, quien es visto como cercano al general de división retirado Luis Arturo Oliver Cen, quien será diputado federal plurinominal por Morena en la siguiente legislatura. El jefe del EMCDN tiene poca experiencia operativa, pero es el más político de los divisionarios que buscan encabezar la Sedena. Trevilla como García Rincón garantiza al general Sandoval que no habrá auditorías “incómodas” a las grandes obras del sexenio.

Fuera de ese círculo está el recién ascendido general de división Andrés Aguirre O. Sunza, exdirector del Colegio de Defensa y actual director de Industria Militar, quien fue secretario particular del general Salvador Cienfuegos Zepeda como titular de Sedena. Otro militar recién ascendido y quien es visto como “caballo negro” es el comandante de la décima región militar en Mérida, el general Ricardo Flores González, quien estuvo en Banjército desde inicios del sexenio y supo de los manejos financieros que por ahí tuvieron algunos personajes de la 4T.

@velediaz424

En marzo pasado la Cámara de Diputados aprobó una reforma a la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea donde por primera vez se abrió la posibilidad para que una mujer con rango de general, pudiera ser quien encabece la secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). La reforma decía que el cargo sería para un general o generala de división “en servicio activo”, lo que cerró la posibilidad que existió antes de ésta adecuación para que un divisionario retirado pudiera ser quien encabezara la dependencia.

Este apartado llevaba dedicatoria para varios generales de brigada que en los últimos años no ascendieron a general de división pero cuyo perfil profesional y hoja de servicios generaba celos profesionales y envidias entre la camarilla de generales que encabeza Luis Cresencio Sandoval González, titular de la Sedena.

Lo que el general secretario buscó fue reducir la lista de candidatos a sucederlo y que quien pudiera ser seleccionado estuviera en deuda con él. Sandoval González apuesta por dos divisionarios muy cercanos cuyos nombres circulan desde noviembre pasado. El primero es el de su compadre el general Gabriel García Rincón, actual subsecretario, quien en este sexenio como Oficial Mayor de la Sedena estuvo al tanto del manejo de los recursos destinados a los grandes proyectos como el Aeropuerto Felipe Ángeles, el Tren Maya, las sucursales del banco del Bienestar entre otros. Con 63 años de edad de su currículum resalta su paso como comandante del 49 de infantería y del grupo de fuerzas especiales del alto mando, y cursos como el de Operaciones en la Jungla, en Panamá, y el avanzado de infantería en Fort Benning, Georgia. Al interior del Ejército se dice que fue dado de baja por plagio en una de sus estancias académicas en Estados Unidos, y fue ascendido a divisionario pese a tener un problema muy serio de salud. Es visto como el general que cuidará las espaldas a Sandoval por las sospechas de mal manejo de los recursos en los proyectos encargados a la Sedena en este sexenio.

Más activo en las relaciones públicas y hombre de todas las confianzas del secretario es el jefe de Estado Mayor Conjunto de la Defensa Nacional (EMCDN), el general Ricardo Trevilla Trejo, quien es visto como cercano al general de división retirado Luis Arturo Oliver Cen, quien será diputado federal plurinominal por Morena en la siguiente legislatura. El jefe del EMCDN tiene poca experiencia operativa, pero es el más político de los divisionarios que buscan encabezar la Sedena. Trevilla como García Rincón garantiza al general Sandoval que no habrá auditorías “incómodas” a las grandes obras del sexenio.

Fuera de ese círculo está el recién ascendido general de división Andrés Aguirre O. Sunza, exdirector del Colegio de Defensa y actual director de Industria Militar, quien fue secretario particular del general Salvador Cienfuegos Zepeda como titular de Sedena. Otro militar recién ascendido y quien es visto como “caballo negro” es el comandante de la décima región militar en Mérida, el general Ricardo Flores González, quien estuvo en Banjército desde inicios del sexenio y supo de los manejos financieros que por ahí tuvieron algunos personajes de la 4T.

@velediaz424