/ lunes 11 de noviembre de 2024

Implementación de actividades extracurriculares para una educación integral

Cuando hablamos de una educación integral nos referimos a un enfoque educativo que trata de ver al humano como un ser holístico inseparable de su esencia emocional, cognitiva y social dentro de la escuela y de su comunidad. Se diferencia del enfoque tradicional en donde únicamente se le daba importancia al desarrollo de habilidades cognitivas y escolares, dejando de lado su crecimiento creativo.

La educación integral busca que los estudiantes se conviertan en seres resilientes, capaces de reconocer sus emociones y las de los demás, sensibles, empáticos, tolerantes, con valores, con visión a la resolución de problemas, con un nivel académico adecuado, reflexivos, aptos para discernir entre lo que les hace bien o mal en su vida y preocupados por su bienestar personal.

Este enfoque busca que los alumnos se preparen de forma completa mediante un aprendizaje significativo, respetando su ritmo, enseñándolos a trabajar en equipo y contribuyendo al bienestar social.

Para complementar la educación integral y poder llevar a cabo su objetivo, es importante que la institución educativa y los docentes ofrezcan actividades extracurriculares donde los niños y jóvenes puedan explorar nuevas habilidades, gustos y encuentren un sentido mucho más atractivo, dinámico y divertido a la asistencia a la escuela.

Las actividades extracurriculares son todas aquellas que no están dentro del programa escolar oficial y se imparten de manera opcional, sin representar una carga académica para los estudiantes.

Si bien, no son contabilizadas dentro de su promedio, impactan de manera positiva para su desarrollo personal, académico y social, pues mejora el desempeño, se activa la educación física, hace que los estudiantes descubran talentos y gustos, aumenta la seguridad, interactúa con más compañeros y son divertidas.

Dentro de las actividades extracurriculares más comunes se encuentran los deportes, el arte, la cultura, clubes de ciencias, servicio social voluntariado y cursos sobre temas de interés. Entre ellos, futbol, gimnasio, atletismo, baloncesto, voleibol, natación, danza, teatro, música, canto, pintura, literatura, baile folclórico, ajedrez, idiomas, cocina, computación, belleza, experimentos en laboratorios, médicos de la risa, etc.

Es importante que a lo largo del ciclo escolar se encuentren activas las actividades extracurriculares, ya que también funcionan como una válvula de escape al estrés generado por los periodos de evaluación,

Además, aumentan el nivel de pertenencia a la institución educativa y descubre habilidades en los jóvenes, generando un gusto por ellas que permeará en su vida a largo plazo haciendo que prefieran el arte o el deporte a actividades dañinas para su salud. Por lo que, las actividades extracurriculares también son una forma de prevención de adicciones, reductoras de depresión y ansiedad y disminuyen la brecha para las personas que les cuesta trabajo hacer amigos o ser parte de un grupo.

Cuando los alumnos están bien física, mental, emocional, social y cognitivamente puede hablarse de una educación integral exitosa. Si bien, parece sencillo, la tarea no es nada fácil. Para lograr este objetivo se necesita compromiso de los directivos, docentes, padres de familia y estudiantes.

Es necesario tener una mentalidad abierta y consciente de que hoy en día todos los aspectos del ser humano son importantes, y con la implementación de actividades extracurriculares se puede facilitar ampliamente el camino hacia una educación integral de calidad.

Cuando hablamos de una educación integral nos referimos a un enfoque educativo que trata de ver al humano como un ser holístico inseparable de su esencia emocional, cognitiva y social dentro de la escuela y de su comunidad. Se diferencia del enfoque tradicional en donde únicamente se le daba importancia al desarrollo de habilidades cognitivas y escolares, dejando de lado su crecimiento creativo.

La educación integral busca que los estudiantes se conviertan en seres resilientes, capaces de reconocer sus emociones y las de los demás, sensibles, empáticos, tolerantes, con valores, con visión a la resolución de problemas, con un nivel académico adecuado, reflexivos, aptos para discernir entre lo que les hace bien o mal en su vida y preocupados por su bienestar personal.

Este enfoque busca que los alumnos se preparen de forma completa mediante un aprendizaje significativo, respetando su ritmo, enseñándolos a trabajar en equipo y contribuyendo al bienestar social.

Para complementar la educación integral y poder llevar a cabo su objetivo, es importante que la institución educativa y los docentes ofrezcan actividades extracurriculares donde los niños y jóvenes puedan explorar nuevas habilidades, gustos y encuentren un sentido mucho más atractivo, dinámico y divertido a la asistencia a la escuela.

Las actividades extracurriculares son todas aquellas que no están dentro del programa escolar oficial y se imparten de manera opcional, sin representar una carga académica para los estudiantes.

Si bien, no son contabilizadas dentro de su promedio, impactan de manera positiva para su desarrollo personal, académico y social, pues mejora el desempeño, se activa la educación física, hace que los estudiantes descubran talentos y gustos, aumenta la seguridad, interactúa con más compañeros y son divertidas.

Dentro de las actividades extracurriculares más comunes se encuentran los deportes, el arte, la cultura, clubes de ciencias, servicio social voluntariado y cursos sobre temas de interés. Entre ellos, futbol, gimnasio, atletismo, baloncesto, voleibol, natación, danza, teatro, música, canto, pintura, literatura, baile folclórico, ajedrez, idiomas, cocina, computación, belleza, experimentos en laboratorios, médicos de la risa, etc.

Es importante que a lo largo del ciclo escolar se encuentren activas las actividades extracurriculares, ya que también funcionan como una válvula de escape al estrés generado por los periodos de evaluación,

Además, aumentan el nivel de pertenencia a la institución educativa y descubre habilidades en los jóvenes, generando un gusto por ellas que permeará en su vida a largo plazo haciendo que prefieran el arte o el deporte a actividades dañinas para su salud. Por lo que, las actividades extracurriculares también son una forma de prevención de adicciones, reductoras de depresión y ansiedad y disminuyen la brecha para las personas que les cuesta trabajo hacer amigos o ser parte de un grupo.

Cuando los alumnos están bien física, mental, emocional, social y cognitivamente puede hablarse de una educación integral exitosa. Si bien, parece sencillo, la tarea no es nada fácil. Para lograr este objetivo se necesita compromiso de los directivos, docentes, padres de familia y estudiantes.

Es necesario tener una mentalidad abierta y consciente de que hoy en día todos los aspectos del ser humano son importantes, y con la implementación de actividades extracurriculares se puede facilitar ampliamente el camino hacia una educación integral de calidad.