¿Será la 2019 la peor temporada?
Por: Claudio Martínez Silva
En la última etapa de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) en Torreón, la cual data de 1985, la temporada 2005 ha sido la de menos victorias para el equipo de casa con 38, mientras que la actual 2019 apenas registra 23 juegos ganados, por lo que el equipo necesita al menos 15 más para evitar que esta temporada sea la peor, en cuanto a triunfos conseguidos. Algodoneros sigue cuesta abajo y cada día se hunde más en el sótano de la Zona Norte y de toda la LMB. El pitcheo de relevo ha sido muy deficiente y ahora el abridor también ha enseñado serios problemas, mientras que la ofensiva no encuentra su ritmo, a pesar de que era lo rescatable del equipo.
El bajo nivel exhibido por los refuerzos extranjeros continúa como el problema que más afecta en los resultados; hoy Michael Choice, Michael Olt y Niuman Romero no aportan lo que se espera de refuerzos importados, que como tales, deben ser mejores que los integrantes del talento nacional. En el pitcheo mexicano es alarmante el accionar de Edgar Osuna, hoy convertido en relevista, pero con los mismos resultados, mientras que el trabajo de Eumir Sepúlveda no da para entender cómo es que sigue en el roster. El jueves se activó a Alfonso Sánchez, un lanzador mazatleco que ha tenido una carrera regular en la LMB y antes de venir a Algodoneros fue dejado en libertad por los Generales de Durango.
Hoy sólo queda esperar que la afición tenga paciencia y no deje de asistir al Estadio de la Revolución, y que quienes en base a su inversión hacen posible que se tenga un equipo de la LMB en La Laguna, además de paciencia sepan capotear el mal momento, porque es muy complicado seguir en la brega cuando las cosas no se dan y los triunfos han llegado muy de vez en cuando. Es cierto lo que se ha dicho muchas veces; el equipo se rescató, no hubo tiempo para armarlo bien y demás razonamientos que pueden ser válidos, pero en esas circunstancias los resultados hoy podrían ser mucho más favorables. Los Tigres cuentan con Adán Muñoz, un manager debutante, pero hay que analizar la clase jugadores que tiene a su disposición.
Con motivo del XLI aniversario del juego perfecto que lanzó Horacio Piña el 12 de julio de 1978 en el parque Alberto Romo Chávez, frente a los Diablos Rojos del México, han surgido algunas confusiones entre los aficionados, sobre lo que es la máxima hazaña que puede conseguir un lanzador en el béisbol. Para que sea un juego perfecto, el lanzador deberá retirar en orden a todos los bateadores rivales que enfrente; si el juego es de nueve entradas, serán 27 outs en orden; si el juego es de siete innings, entonces deberá retirar en orden a los 21 bateadores; se trata de una proeza muy difícil de conseguir.
El juego perfecto en sí es un juego sin hit ni carrera, pero con la diferencia de que aquí sí es posible que algún bateador se ponga en bases, ya sea por una base por bolas, un error de algún jugador defensivo, o un pelotazo por parte del lanzador. Un juego sin hit no forzosamente es sin carrera, ya que hay muchas formas de que algún corredor llegue al pentágono sin que se haya conectado un imparable. La hazaña de Horacio “Ejote” Piña es la máxima que puede alcanzar un lanzador en el béisbol, y tiene mucho más mérito que uno sin hit ni carrera, porque retirar a 27 bateadores en riguroso orden es algo muy difícil de verse.
Un buen detalle de la directiva de los Algodoneros de Unión Laguna, fue este reconocimiento, no sólo al juego perfecto que lanzó el “Ejote” Piña, sino a su trayectoria en el béisbol de ligas mayores, en donde consiguió una Serie Mundial con los Atléticos de Oakland, en el año de 1973. Como lo señala el boletín de Prensa emitido por el equipo de casa, el homenaje a Horacio Piña se empañó ante la pobre exhibición que ofreció el pitcheo lagunero en el primero de la serie ante Tigres, en donde sólo se salvó de la quema el joven Juan Macías. El trabajo de Edgar Osuna es muy lamentable, como fueron las últimas salidas de Eumir Sepúlveda y Axel Ríos.
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