Construido por Industrias Peñoles a finales del siglo 19, el Puente de Ojuela está reconocido como uno de los más importantes atractivos turísticos de la región Lagunera.
Se trata de una maravilla de la ingeniería que, junto a otras 10 edificaciones localizadas en el municipio de Mapimí, está registrado en el catálogo de monumentos nacionales desde 1984.
- Te puede interesar: ¿Ganas de una escapada? Esto cuesta ir de Torreón a Cancún por aire y tierra en 2024
El puente que construyó Peñoles con la finalidad de transportar mineral, cuenta con una plataforma que mide 315 metros de largo, cuelga sobre un abismo de casi 100 metros de profundidad y se ha convertido en uno de los más sobreslientes atractivos turístico de la región.
En el marco del día mundial del Turismo, se recordó que el Puente de Ojuela se construyó entre agosto y diciembre de 1899, bajo la dirección del ingeniero civil Wilhelm Hildenbrand.
En aquel entonces, era el tercer puente colgante más largo del mundo, capaz de soportar una carga de más de seis toneladas, siendo su estructura de torres con pasarela de madera y suspendido con cables de acero.
En 1992 el puente fue restaurado, sustituyendo sus torres de madera por hierro, lo que hizo posible que hoy, siga en pie. Para que la gente pudiera disfrutar de este sitio, fue cedido en comodato al Gobierno del Estado de Durango.
Fue en el Distrito Minero de Mapimí y el Mineral de Ojuela, que Peñoles realizó la primera inversión relevante en su historia empresarial.
De gran valor social y cultural, el Día Mundial del Turismo se conmemora desde 1979 el 27 de septiembre, fecha en que se aprobaron los estatutos de la Organización Mundial del Turismo. Este año lleva por lema Turismo y Paz, ya que la ONU lo identifica como un factor que puede ser “decisivo y vital para el fomento de la paz y el entendimiento entre naciones y culturas y el apoyo a los procesos de reconciliación”.