Ubicada en Matamoros Coahuila, a 39.2 kilómetros de la ciudad de Torreón, se esconde un tesoro que nos conecta con uno de los episodios más cruciales de nuestra nación. La Cueva del Tabaco, un atractivo histórico importante, fue el refugio donde se resguardó el corazón documental de México durante la turbulenta época de la Intervención Francesa.
El origen del nombre de esta cueva es tan intrigante como su pasado. En la zona donde se ubica, crecían de manera silvestre arbustos de tabaco cimarrón, una planta considerada en aquel entonces como una sustancia ilícita, estos arbustos fueron erradicados.
- Te puede interesar: De Torreón a Delicias: cómo llegar al pueblo más joven de Chihuahua
En 1864, ante la inminente amenaza de las tropas francesas, el presidente Benito Juárez tomó una decisión crucial: resguardar el Archivo de la Nación en un lugar seguro. Entre los documentos que se encontraban ahí se encontraba el acta de Independencia de México, los decretos de creación de los estados y otros documentos fundamentales para la soberanía nacional.
El mandatario encomendó esta valiosa carga a un grupo de campesinos de Parras, quienes, con valentía y determinación, trasladaron el archivo hasta la Cueva del Tabaco. Entre ellos, destaca la figura de Juan de la Cruz Borrego, quien durante tres largos años custodiaron este tesoro nacional, enfrentando el peligro y la incertidumbre.
La historia de la Cueva del Tabaco es también la historia de un grupo de hombres que, movidos por el amor a su patria, arriesgaron sus vidas para proteger la identidad de México. Sus nombres inscritos en un memorial a la entrada de la cueva, destacan como un eterno reconocimiento a su valentía y lealtad.
Los documentos resguardados en la Cueva del Tabaco entre 1864 y 1867 actualmente se encuentran en el Archivo General de la Nación (AGN).