Fue un 17 de febrero pero de 1948, nació en la Ciudad de México un hombre que desde niño soñó con ser tormenta, volcán, gavilán o paloma, pero que sin duda alguna logró cautivar y enamorar a millones de hispanohablantes que se rindieron ante él y lo nombraron el Príncipe de la Canción, mejor conocido como José José.
Desde muy niño, José Rómulo Sosa Ortiz, demostró grandes cualidades para cantar, siendo hijo de músicos se puede decir que ya era una herencia plasmada en su ADN, pero sin duda más allá de la habilidad en instrumentos, José enamoró con su voz, una voz tan potente, tan dulce, tan agradable que pudo ser conocida internacionalmente un 15 de marzo de 1970, cuando decidió participar con la letra El Triste de Roberto Cantoral, logrando que todos le aplaudieran a pesar de haber quedado en tercer lugar.
Sin duda, el Príncipe como rápidamente fue llamado vivió su vida al máxima, pues entre grandes éxitos cantándole en su gran mayoría al desamor, logró con letras como “Anda y ve, te está esperando anda y ve, y que sientas con él, lo que en su día tu sentías conmigo” que en el amor, en ese juego, en esa palabra de cuatro letras, la vida se podía ir, las noches se podían esfumar y que todos sabían querer, pero pocos amar.
Fue un hombre Triste por decirle adiós al amor de su vida, que siempre dudo, que fue de todo y sin medida, que dejo en claro que es el amor lo que importa y no lo que diga la gente, que renunció a todo, que comprendió que lo que un día fue no será, que fue un payaso por amar, que nos enseñó que si hasta la belleza cansa, entonces el amor acaba, que se puede ser presos de la cárcel de unos besos, que cuando era necesario para olvidar cayó en la amnesia para no pensar y que sencillamente se ganó al mundo cantándole al amor, convirtiéndose en el príncipe de la canción, en eso nomás.