Gómez Palacio, Durango. - En la esquina de las calles Ocampo y Victoria de Gómez Palacio se encuentra el legendario y magnifico reloj del mercado Baca Ortiz, ahora José Ramón Valdez; desde hace más de 115 años en este lugar se marcaban claramente las horas, cada 15 minutos sonaban las campanas y cada hora marcaban la correspondiente con igual número de campanadas, actualmente se extraña la nostalgia de escucharlas en el centro de la ciudad.

Ocupando toda la manzana sexta, el mercado Baca Ortiz era un edificio con altas paredes de ladrillos, armazones de hierro que sostenían los techos de lámina, altos y amplios ventanales, con ocho entradas, situadas convenientemente una en cada lado de la calle y otra en cada esquina, además estaba rodeado por anchas banquetas enladrilladas.

El mercado fue inaugurado en diciembre de 1901, su nombre impuesto en honor al primer gobernador constitucional del estado de Durango, Santiago Baca Ortiz, de acuerdo con Héctor Avendaño, cronista de la ciudad, el reloj ya formaba parte del mismo establecimiento y de la ciudad, pues tenía la función de dar las horas a la ciudadanía.

Para 1947 el mercado Baca Ortiz sufrió un devastador incendio, Héctor contó que están los rumores de que fue quemado a propósito, pues en ese momento se encontraba en una grave situación de salubridad e higiene y los locatarios no querían salirse.

Luego del incendio comenzó la reconstrucción del mercado, mientras tanto la actividad comercial no desapareció, los locatarios seguían comercializando sus productos a las afueras del mercado, en las calles adyacentes del mismo.

El reloj colocado en lo alto sufrió daños luego del incendio, pero el mecanismo del mismo sobrevivió, la inauguración del Mercado “José Ramón Valdez” fue en 1950, dos años después fue construida la gran torre sobre la calle Ocampo e instalado el símbolo gomezpalatino.

Héctor Avendaño manifestó que existe una leyenda muy simpática sobre la torre del reloj, según existe un amor de la torre y una palmera que se encuentra a su costado, se dice que por las noches la palmera se pandea y se acerca al reloj a manera de besos; sus momentos de amor es cuando hay fuertes vientos pues es cuando más cerca están.

La torre del reloj representa un sueño para quienes quieren subir y ver desde la cima la ciudad, es un punto de referencia para la ubicación, es la manera de saber qué hora es, es parte de nuestra identidad como gomezpalatinos.

Actualmente no se encuentra funcionando, debido a que uno de sus grandes engranes se encuentra atrofiado, de acuerdo con Adrián Santiago Sánchez, secretario general de la Unión de Locatarios del mercado, repararlo cuesta cerca de 20 mil pesos y por el momento no hay recursos para pagar su reparación. Se espera que las autoridades municipales puedan apoyar con este gasto, pues es un emblema que se debe cuidar.

DATOS

Cuando el Baca Ortiz se incendió las perdidas oscilaron en un millón de pesos

Cada 15 minutos sonaban las campanas del reloj

NUMERALIA

119

años de antigüedad tiene el mecanismo del reloj del mercado