Todo comenzó en junio de 1889, donde un grupo de jóvenes de diferentes rumbos de la ciudad organizaban las ‘morismas’ a San Juan bautista, comenzaban desde el primer día hasta el 24 del mes, colocaban al centro de la llanura una pequeña estatua de no más de 50 centímetros.
En 1918, por iniciativa del maestro Jesús Sandoval, se recaudaron piedras, adobes y madera para hacer la construcción de la primera capilla, conocida como ‘San Juanito’, pero fue hasta 1941 que el arquitecto Jorge Sandoval Ramírez realizó el diseño para la edificación del templo como se encuentra actualmente.
El gran edificio se encuentra dentro del Catálogo Nacional de Monumentos con Valor Artístico del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), está construido a base de cinco géneros arquitectónicos, toscano, dórico, jónico, corintio y el compuesto, lo que le da un aire de ser un templo romano.
Así lo informó el actual párroco, el Padre Roberto Chávez Casillas, quien señaló que la hermosa fachada del templo está hecha a base de estuco, en su interior el techo está artesonado con bellas molduras y relieves, además reluce el gran trabajo en las columnas de granito que embellecen el lugar.
El templo conserva una joya desde 1945, un cristo de madera, de 2.7 metros, tallado a mano por el joven Martín Serrano, señaló que es un gran trabajo artístico que debe ser admirado por los ciudadanos.
El padre resaltó que el templo es una pieza única en todo Torreón, que podría formar parte de un nuevo circuito cultural en la ciudad, pues cercano al templo se encuentra el Cerro de las Noas, el complejo ‘La jabonera’ y la Casa del Cerro.
Es importante señalar que el templo nace prácticamente con la ciudad de Torreón, pues se construyó en los barrios antiguos, exactamente en la entrada de la ciudad viniendo del ‘Huarache’, por eso el padre Roberto señala que ‘San Juanito’ puede convertirse en un gran atractivo de turismo religioso.
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Actualmente cada domingo acuden alrededor de 500 fieles, la suma de las cuatro misas que se ofrecen al día, a las 7:30 y 9:30 de la mañana y 12 y 7 de la tarde, el padre destacó que a pesar de lo conflictiva que pudiera ser la zona, la comunidad acude alegre y con mucho sentido de convivencia, incluso terminando la última misa se realiza una verbena a las afueras del templo.
La iglesia se ha mantenido con eventos que se hacen en las fiestas patronales, kermés, bailes, cenas, conciertos religiosos y dos rifas que se realizan en el año, explicó que con la ofrenda de los domingos se pagan los gastos de la limpieza, la luz, el agua y el sueldo de los empleados.
Además, detrás de la parroquia se encuentra el teatro ‘San Juanito’, que actualmente se está necesitado de una remodelación para seguir extendiendo la cultura artística en la región.