Torreón, Coahuila. - A poco más de cien años de que se registrara una de las tragedias más catastróficas en el mundo, como lo fue la Influenza Española, que dejó más de mil muertos en la Comarca Lagunera, siendo el epicentro de contagio San Pedro de las Colonias, los laguneros contemporáneos viven momentos de angustia ante el inseguro futuro inmediato que todos los días se vive frente a cifras y más cifras de contagios en el país.
La Pandemia de 1918, desnudó a una sociedad que por su precaria manera de vivir, se enfrentó a algo desconocido como lo fue la Influenza Española, si bien, el sistema de salud de aquella época no contaba con la tecnología de hoy en día, sí pudo al menos brindar algún servicio módico de contención, pero no fue suficiente ante la inminente pérdida de vidas humanas.
Datan los informes históricos de aquella época, que por las calles se podían ver los cadáveres de personas que tras una agonía, simplemente caían fulminados uno a uno sin poder encontrar una cura para erradicar el mal sanitario.
Para el historiador y responsable del Archivo Municipal, Carlos Castañón Cuadros, se trata de unas de las enfermedades más letales masivas que azotó la Comarca lagunera, “Se trata de la influenza española, fue una crisis mundial, que cobró la vida de millones de personas, y aquí en la Comarca Lagunera, Torreón, era el centro ferroviario del noreste de México y como tal muchos viajeros de diferentes partes del país y del mundo, pasaban o llegaban a Torreón, por lo tanto y rápidamente, como una enfermedad internacional que viaja, viajó por el ferrocarril y llegó rápidamente a la Comarca Lagunera”.
Destaca que en aquellos años también se optó por recomendaciones como las de hoy en nuestros días, de mantenernos en casa y abstenernos de salir para así evitar el contagio del virus, “Por mucho fue la peor Pandemia más dura que ha vivido la ciudad de Torreón, para el caso tuvieron que tomarse medidas emergentes, se tuvo que implementar una dictadura sanitaria, donde la encabezó el doctor Samuel Silva, participaron empresarios, donaron dinero, participaron los empresarios de Torreón, el gobierno municipal se organizaron con lo que tenían a la mano; es decir, las clínicas o los pequeños sanatorios privados, rápidamente fungieron como lugar de atención para los enfermos”.
Sobre el tiempo en el que se fue prolongando la contingencia sanitaria, resaltó que esto prácticamente fue de meses, “Estamos hablando de octubre de 1918, esto, dadas las condiciones empezó a esparcir muy rápido en Torreón, y en San Pedro, pero particularmente en Torreón, entonces los primeros casos se empiezan a reportar, estamos hablando de los primeros días de octubre, y la gente se empieza a sentir mal, tiene fiebre, están aislados, de pronto se desploman y mueren”.
Al ser una enfermedad desconocida para todos, y no encontrase una cura, lo inminente fue ocurriendo, decenas de laguneros fueron perdiendo la batalla, “No encuentran una cura y los casos se van multiplicando, entonces lo que empieza como algunos casos aislados, de pronto se van convirtiendo en docenas, al paso de los días y a lo largo de todo el mes de octubre va haber pues un contagio muy fuerte en Torreón y en la Comarca Lagunera y particularmente todo Torreón, lo que va a dar como resultado cobrar la vida de poco más de mil personas ya en su saldo general. Se decretó un paro de labores, que la gente no saliera a las calles por el temor de contacto, y muchos torreonenses acataron esa decisión por miedo, por contagiarse y morir, los cadáveres estaban en las calles, los panteones no se daban abasto para depositar ahí mil cadáveres, por lo tanto tuvieron que abrir una fosa común”.
El historiador, Castañón Cuadros, narra que incluso hubo hasta tiempo para bromear entre los laguneros, ya que hubo hechos anecdóticos sobre la forma en que se podría erradicar el virus, “Derivado de esa dictadura sanitaria se tuvieron que tomar esas medidas, pero hay hechos que ahora nos resultan un tanto anecdóticos o curiosos y hasta graciosos, uno fue, que se pensaba que el tequila con limón era un antídoto, lo cual era absolutamente falso y en ese entonces se dispararon los pedidos de tequila y limón, eso fue absurdo. “So pretexto de que el alcohol era bueno para combatir el contagio, te digo, estas son anécdotas de la época, las cantinas estaban llenas, no obstante de que había un decreto o una medida por la dictadura sanitaria por parte de despejar la ciudad, de no andar en la calle y sin embargo las cantinas estaban llenas. Esos fueron parte de los sucesos que había en la época”.
“El pico de contagio se alcanzó a finales del mes de octubre y para noviembre se normalizó la situación, derivado de eso hay diversas conclusiones, número uno, que en ese momento la sociedad lagunera y torreonenses tuvieron que acatar las disposiciones que tomó la dictadura sanitaria, esta comisión tanto de médicos, políticos y gente notable de la ciudad, entre ellos el doctor Adolfo Mondragón, dispusieron una serie de medidas salubres por un lado pero por otro restricciones para poder salir a la vía pública”.
En aquella época, el historiador citó que a partir de esa fecha cambió la vida de todos los laguneros, “Había muy pocos recursos para atender la Influencia española, no se conocía este brote, dejó estragos irremediables en la ciudad, a partir de ahí se empezó a tomar más en serio la importancia de mantener los espacios limpios, de la higiene personal, todavía las calles estaban apenas por pavimentarse, todo esto trajo consigo una serie de medidas sanitarias que a lo largo de los siguientes años beneficiaron a la ciudad”.
Ante la gravedad de la situación y cómo va avanzando el virus por todo el país y en particular en la zona fronteriza del estado de Coahuila, el historiador hizo referencia a que esto se tiene que tomar muy en serio y acatar todas las recomendaciones sanitarias. “Creo que tendríamos que tomar en serio lo que se está diciendo hoy, acerca de esta pandemia porque quizás mucha gente piensa que es un período de vacaciones, piensa que la cuarentena es un pretexto para la fiesta, reunirse con amigos, la verdad que hay que tomar en serio estas indicaciones”.
