No tendríamos que esperar a estar encerrados para ponernos a leer: Luis Jorge Boone

”Cuando pase la pandemia todo seguirá habiendo los mismos problemas”

Sergio Mendoza | Noticias de El Sol de La Laguna

  · martes 14 de abril de 2020

El libro es una creación, por lo tanto, es un pedazo de un ser humano; Luis Jorge Boone / Foto: Nayeli Solorio | Noticias de El Sol de La Laguna

Torreón, Coahuila. - En medio de este frenesí y zozobra por el que está siendo sometida la sociedad y el mundo entero, a causa de los estragos por la pandemia del COVID-19, Luis Jorge Boone, escritor coahuilense y ganador de diversos premios de literatura, argumenta que después de esta tragedia, las cosas no cambiarán en cuanto a las prácticas humanas y el afanoso existir en el día a día. Le duele y lastima el poco valor que se le da al libro en toda su concepción.

En entrevista exclusiva para Noticias de El Sol de La Laguna, el monclovense y autor de “Toda la soledad del centro de la tierra”, de editorial Alfaguara, año 2019, del libro “Figuras humanas” también bajo la misma firma editora, narró que si bien, todos debemos actuar de manera responsable y cuidarnos, también es de vital importancia echar un vistazo al interior del ser humano, de quien habita esta estructura corpórea a ver qué hay ahí dentro.

No solamente en este periodo de tiempo, sino desde hace ya más de 20 años en los que se ha dedicado a promover la lectura, Boone, lamenta y le duele en lo más profundo que no se le brinde un valor verdadero al libro y a todo lo que engloba una creación literaria.

“Hay una cosa que a mí me decepciona y me desalienta muchísimo, el menosprecio que se le tiene al libro, y el poco valor que se le da, en redes sociales lo vemos todo el tiempo, la circulación ilegal de libros, la lectura que se tiene gratis todo el tiempo, libros para bajarse que son archivos que son ilegales, las descargas ilegales, la piratería; para mí el libro siempre fue, desde mis primeros trabajos fueron objetos y dinámicas que a mí me resultaban muy necesarias”.

Ante los tiempos actuales y en el contexto en el que la industria de los libros también está siendo severamente golpeada, esto, en el sentido de que el menos las presentaciones, eventos masivos, ferias, quizás no tanto la venta porque las empresas ya están inmersas en el comercio digital, pero si lo que tiene que ver con la proximidad entre los autores y lectores, el autor de “La noche caníbal”, nunca se ha especializado en abordar temas coyunturales como el que en estos días nos compete.

“A mí lo que me corresponde es escribir, no escribir exactamente de la cuarentena, porque no sé, esos temas como muy etiquetados en el tiempo y lugar a mí me dan un poco de rechazo, por ejemplo, a mí me decían, a ti te toca escribir del narco porque eres del norte; y yo jamás he escrito de eso en mis libros. Yo no me quedo con lo inmediato, yo busco lo que hay más allá, trato de hablar de lo que no se está hablando, trato de hablar de lo que también es importante, pero de lo que no se le pone atención, a lo que lo inmediato, los medios, los opinó logos, los políticos, etc, no le ponen atención”.

Respecto a cómo vive un escritor que quizás no tenga sobre sí un aparato de mercadotecnia mediático, destacó que prácticamente se vive de milagro, pero a base del trabajo y el talento. “En mis días más pesimistas yo digo: un escritor sobrevive de milagro. Y en esos otros días en los que de pronto he logrado acomodarme en la realidad y hacer algo más, o he visto observar las cosas de otra manera, te podría decir que es el talento y el trabajo lo que –sobre todo el trabajo- lo que lleva al escritor a sobrevivir y a hacerse de una dinámica económica”.

“El arte , los libros, la literatura aspiran a ir más allá del tiempo, es un intento por trascender, ni siquiera diríamos que es exclusivo de los libros, sino esta necesidad de existir en el tiempo del otro y creo que ese tiempo ya vence nuestras limitaciones, el ate siempre ha sido eso, comunicarnos, no solamente con el otro sino con lo más interior que tenemos, sino con esas cosas invisibles que somos pero que de pronto por las exigencias del día a día nos las quitan de en frente; pareciera que dejan de existir”.

“Aspiran los libros a no estar fechados, aspiran a poder ser leídos dentro de años, incluso, aspiran a vencer los idiomas, a vencer la barrera de las lenguas y a encarnarse en otros idiomas y a ser leídos bajo otras pautas naturales; los libros aspiran a vencer las barreras”.

“No tendríamos que esperar a estar encerrados, para ponernos a leer, los libros son tan generosos, que no sé, yo me emociono mucho cuando veo a alguien leyendo en el metro, cuando veo a alguien leyendo mientras espera su turno en un banco”, subrayó.

“El libro es una creación, por lo tanto, es un pedazo de un ser humano, es un pedazo de experiencias de un ser humano, eso no puede ser tasado, pero por otro lado tenemos ese objeto que hace circular esa otra experiencia y que lo convierte algo muy sólido, muy material que es el libro, hay quien se revela contra el libro, compra piratería, y circula libros; todo es por la economía que nos permite comprar pero más allá de eso hay una decisión de no darle un valor al libro”.

“Hay una decisión personal, que cada uno debe de afrontar y es la de no darle un valor, ni al trabajo del escritor ni al objeto; entonces, yo si de pronto, sobre todo en esos días en donde pienso que un escritor vive de milagro y haciendo malabares, consiguiendo vivir en los alrededores del libro, en los alrededores de la escritura y el mundo editorial más que de sus propios libros”.

LA VIDA LITERARIA EN MEDIO DE LA PANDEMIA

Cuestionado al respecto sobre la situación en la que estamos inmersos, el monclovense refirió que seguirán habiendo las mismas problemáticas que conocemos, que este efecto de hacer comunidad va a pasar su efervescencia.

“No me parece que el mundo vaya a mejorar tal cual, es decir, las cosas que nos molestan del mundo, o las cosas con las que batallamos del mundo, o las cosas que nos rechazan del mundo van a seguir estando afuera, muchas van a empeorar incluso; y entonces será responsabilidad nuestra no olvidar lo que vivimos”.

“También hay una vida adentro, hay una vida interior, una soledad y un estar acompañado y estar en sociedad, vivir en comunidad que tienen que encontrar su equilibrio otra vez, yo creo que desde luego ya tenemos suficientes motivos para volver, yo quisiera ir a las librerías y ver las novedades, quisiera poder reunirme con mis amigos, abrazarlos y quisiera ver a la gente que quiero, a mi hija, a mis papás; poder verlos de frente”.

“La vida necesita un sentido diario, y un equilibrio diario, yo no esperaría salir, se convierte en una lucha poder mantener una conciencia, una responsabilidad frente a la comunidad y eso es lo que estamos haciendo, quienes decidimos incluso desde antes que se nos dijera, que podríamos ayudar y poner un grano de arena para salud movilizándoos menos, después encerrándonos y pasar de una fase a otra; yo creo que este es el sentido, esto ya tiene sentido”.

Luis Jorge Boone, está en pausa debido a la contingencia sanitaria, radica en Puebla y está preparando ya dos nuevos libros, uno de cuento y poesía.