Cada vez son más los casos de mujeres laguneras que sufren abusos en sus hogares y en las calles, una dura realidad que enfrentan a manos, incluso, de sus propias parejas sentimentales y familiares.
Uno de esos casos es el de Adriana, una joven de 21 años, que sufrió violencia extrema por parte de su esposo.
Adriana se encontraba completamente sola en Gómez Palacio, venía del sur del país. En el hospital necesitaban el apoyo de la Procuraduría de la Defensa de la Mujer, pues estaba gravemente herida y además acaba de dar a luz a una bebita.
La chica extremadamente delgada, tenía los brazos llenos de marcas de quemaduras y aun así cargaba a su hija. Su concubino, un trailero, le arrojó alcohol y después le lanzó un cerillo. Además tenía el contorno de los ojos morado, casi negro, la córnea completamente roja y en el cuello presentaba signos de estrangulamiento.
Aun así, ella quería irse con el agresor. Aquí no tenía a nadie. Le marcaron a su papá para que la pudiera ayudar, no contestó, no quería saber nada de ella. Insistieron varias veces hasta que su hermano atendió la llamada.
La mujer víctima de violencia regresó junto con su bebé a su ciudad de origen con ayuda de su hermano. No recibió terapia psicológica, lo único que quería era irse de aquí. El agresor está prófugo, libre, como si no hubiera hecho nada.
Ese fue el caso que platicó Jaqueline Santos Romero, directora la Procuraduría de la Defensa de la Mujer en Gómez Palacio, el más extremo que la hizo estremecer, que la hizo llorar, llevarse las manos a la cara porque no lo podía creer.
Se trata de uno de los casos que forma parte de las cuatro mil 900 denuncias y atenciones que se han brindado en La Laguna en lo que va de este año.
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Infinidad de casos infrahumanos llegan a las estancias que brindan ayuda a las mujeres, “no acabaría de contarlos”, resaltaron Jacqueline Santos Romero y Martha Rodríguez, directora del Centro de Justicia para las Mujeres en Torreón.
Las mujeres a pesar de ser tan sobajadas, infelices, de vivir situaciones infrahumanas o condiciones terribles se aferran, quieren regresar a esa vida donde son agredidas, inclusive, algunas no se dan cuenta que están siendo víctimas de violencia, pues la sociedad se ha encargado de naturalizar las conductas y prototipos violentos, refirieron.
DESDE EL HOGAR
Desde pequeños se les enseña que como mujer tienen que servirle a su hermano. El hermano se va, trabaja y cuando llega deben calentarle la comida; si se va a levantar, no lo dejan, pues como mujer tienen que hacer todo para que él esté tranquilo, él es el hombre y está cansado de trabajar.
“Así es como se crea una mujer sumisa y un hombre machista desde el núcleo familiar”, recalcó Santos Romero.
Explicó que este tipo de conductas se convierten en violencia, que desde pequeñas marca a las mujeres dejándoles baja autoestima, al crecer buscan a un hombre que las trate igual que como lo hacían en sus casas, que cada que se les dicen ‘inútil’, ‘no puedes’, ‘no sabes hacer nada’, ‘fea’, ‘holgazana’, se la creen, pues para ellas es normal.
Tendemos a naturalizar conductas violentas; la mujer que sufre algún tipo de agresión va a casa de su mamá, de su tía, de su abuela y ahí le dicen: “Ay hija, es que esa es tu cruz, yo ya cargué la mía, ahora te toca a ti”, “Es que esa es nuestra vida como mujeres, tienes que aguantar”, y jamás se encuentra un apoyo real porque “eso es lo que tienes que vivir” por el simple hecho de ser mujer, precisó Santos Romero.
ATENCIÓN INTEGRAL
En una situación de violencia la terapia psicológica es muy importante, aunque hay mujeres que a pesar de haberla recibido no encuentran la salida del vínculo violento. Por fortuna hay otras que salen diferentes, su aspecto, su conducta, su lenguaje corporal y el tono de voz cambia para bien, les regresa la luz a la vida.
En la Procuraduría de la Defensa de la Mujer en Gómez Palacio y el Centro de Justicia para las mujeres en Torreón tienen a alguien que respalda y representa los derechos ante una instancia legal, además un psicólogo que fortalece la toma de decisiones, respetando cada una de ellas.
En las instituciones antes mencionadas se han presentado casos donde predominan cinco tipos de violencia: familiar, delitos sexuales, física, psicológica y económica.
Cada vez más las mujeres denuncian la violencia, semana tras semana se registran alrededor de 60 mujeres que acuden por primera vez a denunciar a sus agresores en el Centro de Justicia para las mujeres en Torreón, dio a conocer la directora Martha Rodríguez.
La violencia es un ciclo; la ejerce el papá contra la mamá, la mamá contra los hijos, los hijos contra los animales, siempre buscando al más vulnerable. En la violencia contra un ama de casa los hijos salen muy dañados, explicó la titular de la Procuraduría de la Defensa de la Mujer en Gómez Palacio.
En lo que va del año, en Gómez Palacio, la procuraduría ha presentado 259 demandas ante los Juzgados Familiares, donde un 70 por ciento ha concluido satisfactoriamente, en procesos de divorcio, pensión alimenticia, patria protestad y guardia de custodia. El porcentaje restante de las mujeres ya no se presentan.
LAS REVICTIMIZAN
Revictimizar está de moda en cualquier lugar, pero afecta más al momento de denunciar, ante Ministerio Público. Cómo es posible que le entreguen el citatorio a la víctima para que se lo dé al agresor, amedrentándola y se exponiéndola ante un hecho violento, sí, eso sucede, señaló una funcionaria que pidió mantener su nombre bajo el anonimato.
Inclusive, al hacerlo pueden tardar hasta cuatro horas en la institución para que les tomen la denuncia, ellas antes se salieron de sus casas, sin un peso, con sus hijos, sin comer, y luego de cuatro horas ya están sin ganas de contar nada.
Al realizar la denuncia, se enfrentan también a preguntas como: ¿Quién te trae así? ¿Por qué no viniste antes? ¿Tú tuviste la culpa?, eso también es violencia.
Y no se trata de culpabilizar, sino de dejar expuesto que las instituciones que atienden a víctimas de violencia requieren recurso humano, capacitaciones constantes, atención psicológica para saber cómo actuar.
Denuncia: las mujeres no están solas. Centro de Justicia para las mujeres en Torreón ofrece una medida de protección para las mujeres que realicen la denuncia ante el ministerio público, durante 90 el agresor no puede tener ningún acercamiento, ni vía telefónica y ni física. No tengas miedo.
SI SUFRES ALGÚN TIPO DE VIOLENCIA, COMUNÍCATE AL TELÉFONO:
Torreón 871 222 6300 –
Laguna de Durango 871 175 1032.