Torreón, Coahuila.- El Museo Regional de La Laguna, (MUREL) y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), dieron a conocer una serie de actividades como una especie de homenaje a Carlos Monsiváis, periodista, escritor y líder de opinión que dejó un legado y trayectoria para la retroalimentación diaria en México y Latinoamérica.
Adriana Meza, responsable del área de Comunicación Educativa, compartió que “10 años han pasado desde que Carlos Monsiváis murió. Esta semana lo recordamos por medio de documentales y registros fotográficos. Nació en la Ciudad de México el 4 de mayo de 1938. Considerado el padre de la crónica moderna; fue un intelectual crítico, periodista interesado en la vida cultural y política de México”, reflexionó.
Caso omiso, Posmoderna, Pío Nonoalco, Copelas o maullas, Monja desmatecada, Fray Gatolomé de las bardas, Carmelita Romero, Evasiva, Nana Nina Ricci, Chocorrol, Fetiche de peluche, Mito genial, Ansia de militancia, Miau Tse Tung, Miss oginia, Miss antropía, Zulema Maraima, Voto de castidad, Catzinger y Peligro para México son solo algunos nombres de los gatos que acompañaron a Carlos Monsiváis en sus días dedicados a devorar libros, a analizar la cultura mexicana y latinoamericana, a coleccionar miles de piezas que dan cuenta de la historia de nuestro país y a contribuir a sentar y alimentar los pilares de diversos movimientos sociales que dieron origen al México democrático contemporáneo.
Nacido en 1938 en la ciudad de México, Carlos Monsiváis inició de manera temprana su trayectoria como escritor, periodista y editor. Sus primeros pasos en el mundo de las letras se dieron en las revistas Medio Siglo y Estaciones, para posteriormente trabajar como director del suplemento La Cultura en México de la revista Siempre!.
Como notable cronista, Monsiváis es autor de grandes títulos como Días de guardar (1970), Amor perdido (1977), Entrada libre (1987), Escenas de pudor y liviandad (1988), Los rituales del caos (1995), El 68, la tradición de la resistencia (2008) y Apocalipstick (2009); textos en los que el autor capturó el dinamismo de la sociedad mexicana en todas sus aristas: la política, los movimientos sociales, la cultura popular, el poder, los grandes personajes históricos, las costumbres, la moral y el erotismo. Su habilidad para capturar el devenir histórico de nuestro país se manifestó en él de manera temprana, pues la primera crónica publicada por Carlos Monsiváis data de cuando el escritor tenía alrededor de 16 años y versa sobre una marcha en la que participó en contra del golpe de Estado en Guatemala orquestado por la CIA, manifestación en la que estaban presentas Diego Rivera y Frida Kahlo. De acuerdo con la escritora Elena Poniatowska, con esa marcha afloró en Monsiváis la “capacidad de reseñar y sobre todo analizar cualquier acontecimiento político o cultural que le pusieran enfrente”.
Aunque su inabarcable obra se aleja de la narrativa; Monsiváis es autor de Nuevo catecismo para indios remisos (1982), su único libro de narrativa que se compone de fábulas que abordan las relaciones entre los evangelizadores y los indígenas. Asimismo, más allá del Monsiváis cronista y el Monsiváis ensayista; existe un agudo crítico cultural cuyo trabajo lo convierte en uno de los más importantes en México. Sus libros también incluyen asuntos biográficos como es el caso de Lo marginal en el centro (2000), Yo te bendigo vida (2002) y Adonde yo soy tú somos nosotros (2000).
Dato:
La obra de Carlos Monsiváis se caracteriza por no aislarse del mundo y la realidad convulsa y cambiante que lo rodea.
Numeralia:
El escritor y periodista leía diariamente 200 páginas y veía 9 o 10 películas a la semana.