En la región es común ver indígenas rarámuri en las calles de las ciudades; son identificables en la mayoría de los casos por su vestimenta tradicional que los hace resaltar entre los "chabochi" - mestizos. Además, los distingue su idioma y hay una palabra que siempre usan al pasar por las casas, en los cruceros o en el centro: "kórima".
La palabra kórima es parte del vocabulario típico de Chihuahua, ya que los rarámuri, el pueblo originario más numeroso de ese estado, emplea este vocablo cuando pide apoyos, ya sea de una moneda o de comida, en las calles de las ciudades del estado.
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Se puede decir que el kórima es el valor de la generosidad en la cultura rarámuri. No existe una traducción exacta al español, pero según el contexto puede querer decir “ayuda” o “compartir”. En general, representa el apoyo que nos debemos entre los miembros de una comunidad.
El nacimiento del "Kórima" en la Sierra Tarahumara
En la Sierra Tarahumara, los rarámuri recorren largas distancias a pie, pastoreando su ganado o viajando entre los diferentes ranchos. Para poder avanzar por este agreste territorio necesitan viajar ligero, por ello se apoyan en la ayuda que reciben de los ranchos por donde pasan, donde reciben comida y refugio. Esta práctica es la que se denomina kórima originalmente.
Es por ello que se puede considerar al kórima como estrategia que les permite viajar, y viajar es muy importante para los rarámuri ya que lo tienen que hacer con frecuencia a causa del clima o las condiciones difíciles que se enfrentan en la Sierra Tarahumara, como la deforestación y la criminalidad.
A su vez, el kórima reduce la mortalidad y los efectos negativos cuando hay sequía y el campo no produce suficiente. Entonces las familias que obtuvieron mejores cosechas comparten con las familias más necesitadas. Por ello, el kórima también es una importante estrategia para la subsistencia en el impredecible clima serrano.
Al ser el kórima tan importante para la movilidad y la supervivencia del pueblo rarámuri, es muy común que lo practiquen en las calles de la ciudad de Chihuahua y de otras del estado por las que viajan o en las que residen permanentemente. Esto crea malentendidos con la población mestiza que puede considerar erradamente que los rarámuri no trabajan, sin saber que el kórima es una mecanismo de cooperación social que les ha permitido sobrevivir desde tiempos inmemoriales y a través de periodos críticos de la historia como las guerras que siguieron a la invasión española y la Revolución Mexicana.
Nota publicada originalmente en: El Heraldo de Chihuahua