Gómez Palacio, Durango.– "Papá, ¿cuándo vamos a visitar a la 'Vicejita'?", recuerda con una sonrisa el señor Alberto al tratarse de la pregunta más frecuente que le hacia su hijo cuando era niño. Al mismo tiempo, 'Beto' supervisa el fuego con el que prepararán el asado de puerco para la reliquia que organizan cada año a la Virgen.
Agradecimiento, devoción y fe, tres palabras que tienen un gran significado para la familia Valadez Armijo ya que envuelven una de las prácticas religiosas más populares de la Comarca Lagunera, que ellos han acostumbrado a realizar desde hace 35 años y esperan poder transmitirla a las siguientes generaciones.
“Para mi significa agradecimiento. No es manda la que nosotros le tenemos a la Virgen. Somos devotos de ella y por eso es el agradecimiento, ella nos ayuda, salimos adelante y tenemos 35 años haciendo la reliquia. Mi mamá era devota y ella nos inculcó esto. De ahí empezamos, hasta ahorita”, expresó Judith Armijo mientras se encargaba de dar el toque final a las sopas que desde un día antes empieza a dorar con ayuda de su hija menor.
En la casa se respira un ambiente de paz y el delicioso olor del sazón de Judith que cuida cada detalle para que todo quede listo a la una y media de la tarde, hora que comúnmente programan para que los vecinos asistan con su 'coco' o 'traste' a la repartición. Eso sí, todos con su cubrebocas e intentando mantener el orden, aunque ya una vez bendecida la comida y lista para regalarse la gente se amontona para no quedarse sin “un taco”.
Cabe mencionar que la Reliquia es una tradición profundamente arraigada en los sectores católicos de la Comarca Lagunera, donde muchas personas realizan altares, rezos, danzas y, por supuesto, comida la cual consiste en un asado de puerco y siete sopas como muestra de agradecimiento a distintos santos ‘protectores’, ‘cuidadores’ o, como diría Alberto, “un agradecimiento entre cuates, como si la Virgen y yo fuéramos amigos”.
Y es que a pesar de que esta práctica no es originaria de la Región Lagunera, sino producto de una difusión cultural por migración de zacatecanos tras la apertura de las líneas del ferrocarril en el siglo XIX, los habitantes la han adoptado como parte de la misma identidad transmitiéndose de generación en generación. (Chong et al, 2012)
Incluso, a comparación de la llamada Reliquia Zacatecana donde se involucran los altos sectores sociales, en La Laguna es más frecuente que se lleve a cabo entre las clases populares que buscan encomendar sus vidas a una deidad para que les “eche la mano y salir adelante”. Es decir, como algo a lo cual adherirse en la vida diaria. (Chong et al, 2012)
Así pues, Judith y Alberto, casados desde hace más de 40 años, agradecen tanto a la Virgen de San Juan como a la Virgen de Guadalupe por su familia y la salud de cada integrante, confesando que solo han “fallado” en un par de ocasiones a esta tradición, incluida la época de pandemia por Covid-19 que ocasionó la cancelación de actividades para evitar las aglomeraciones de personas ya que, según lo relatan, cada vez que hacen rosario llegan alrededor de 200 laguneros desde niños, niñas y jóvenes, hasta adultos.
“El año de pandemia le hicimos solo rosario y café. Aunque déjeme decirle que la respuesta de la gente es muy buena, les gusta porque viene a formarse. Es más, a veces no alcanzamos a darles a todos pero para la Virgen lo importante es el rosario. La comida es complemento. Me llena de satisfacción”, asegura ‘Beto’ mientras señala el altar adornado con luces, flores y veladoras que está en la entrada de su casa dedicado a la Virgen de San Juan.
Mientras tanto, en una de las bardas de la calle se puede observar un mural realizado por su hijo y algunos amigos en honor a la Virgen de Guadalupe, a quien comúnmente le contratan un grupo de danzantes pues, según explica en el libro ‘Referentes identitarios de lo lagunero’, la danza es un acto que convierte la tradición de la Reliquia en algo peculiar, pues dentro de la religión representa una forma de hacer oración. (pag. 199)
“Por ejemplo este año no contratamos danza. Pero siempre le dan su retoque a la imagen, la velan, etc. La Virgen la trazo mi hijo, le ayudaban. Los muchachos la arreglan con series, le traen danza y nos sentimos contentos porque es un año más Mis tres hijos nos ayudan a veces en lo económico o en lo moral. Estamos unidos. Son dos hombres y una mujer, más mis nietos. A veces no pueden involucrarse del todo pero quedamos contentos”, explica Alberto.
Por salud, manda, devoción o para mantener una tradición. Sea cual sea el motivo, los laguneros siempre buscan una forma de mostrar su agradecimiento hacia la deidad más venerada en sus familias. Sea la Virgen de Guadalupe, la Virgen de San Juan, San Judas Tadeo o simplemente para que Dios los “tenga en sus manos”, siempre buscarán la forma de lograr que sus creencias trasciendan: “Somos la familia Valadez Armijo. Tenemos con nuestra devoción 35 años y desde ese momento le hacemos su reliquia a la Virgen porque nuestra fe hacia ella es inmensa”.