Virgen de Guadalupe y la Santa Muerte: ¿Dos caras de una madre?

Dos caras, una madre: Mientras algunos se preparan para venerar a la Virgen de Guadalupe, otros optan por rendirle culto a quien consideran ‘la Patrona’ o ‘el ángel de Dios’, a la Santa Muerte.

Mariana González / Iván Anguiano / Arturo Salazar | El Sol de La Laguna

  · miércoles 17 de noviembre de 2021

La Santa Muerte y la Virgen de Guadalupe, ¿dos caras de una madre? / Foto: Analí Castañeda y Arturo Salazar | El Sol de La Laguna

Torreón, Coahuila. – Fe. Culto a ‘la Santísima’, a ‘la Patrona’, al ‘ángel de Dios’. Una adoración a quien, asegura, acoge a todos sus hijos sin importar raza, género o religión. José Martínez comenzó a venerar a la Santa Muerte gracias a su madre, quien fue devota de tiempo completo poco después de haberse curado del cáncer. Aunque la historia no comienza ahí, pues sus abuelos también le rendían tributo a un esqueleto sin túnica.

En Lerdo, Durango, José tiene una casa utilizada exclusivamente para la Santísima. Ahí, se encuentra un altar compuesto de veladoras, flores, botellas alcohol, incienso, comida, cigarros y agua, además de una serie de figuras en distintos tamaños y formas de la muerte. Esto, es un acto de fidelidad para demostrar que no hay otro santo digno de su confianza, el cual celebra su fiesta patronal el día de los muertos con danzas, reliquias y rezos.

“No deben tenerle miedo. La ignorancia de la gente no permite ver que la Santa Muerte es un ángel de Dios. La biblia lo dice: ‘Y aconteció que aquella misma noche salió el ángel del señor e hirió a ciento ochenta y cinco mil en el campamento de los asirios; cuando los demás se levantaron por la mañana, he aquí, todos eran cadáveres’. Eso nos quiere decir que el Señor creó al ángel de la muerte para que viniera por las almas cuando sus vidas se extingan”.

En particular, hablar de la muerte en México significa involucrar costumbres que evidencian la relación tan cercana que el país tiene con ésta, tomando en cuenta que cada dos de noviembre se celebra el Día de los Muertos. Incluso, se dice que en la época prehispánica los mexicas realizaban cultos con la creencia del cierre de un ciclo natural de la vida.

Sin embargo, de manera contradictoria, en la época actual la Santa Muerte es sinónimo de espanto para muchos, en especial por los juicios de valor, ideas y descalificaciones que se han adoptado en torno a la también conocida como ‘Niña Blanca’, siendo el más común el famoso: ‘si le pides un favor y no le pagas, te lo va a cobrar”.

“Se piensa que después de un favor la Santa Muerte nos va a cobrar, ya sea un milagro o con la vida de un ser querido y eso no es verdad. Lo que pasa es que la gente se acerca por conveniencia. Nos hace un favor y después la olvidamos, y ella nos desprotege, ya no está con nosotros después de haberle fallado. Después de que tu vida va viento en popa y dejas de creer, te desproteges. Pasa con todos los santos y piensas que se te cobró ese favor”.

Foto: Analí Castañeda | El Sol de La Laguna

José lo tiene claro y lo mismo pide para quienes se acerquen a su patrona. Para él lo más importante es el convencimiento. Todo aquel que esté seguro y comprometido, será protegido incondicionalmente por la Santa muerte como dice que sucedió con su madre y toda su familia. Pero aquel que solo se acerque para obtener un beneficio, la alejará.

“Mi ‘Patrona’ salvó a mamá de cáncer. Mi fe la enfoco en ella, es poco conocida y querida ante el pueblo, pero nos ayuda a aliviar desde una simple gripa hasta las enfermedades más dolorosas. Las personas deben acercarse para saber que no están solos y es algo que desconocen. Una persona por conveniencia se va a alejar, entonces los invito a escuchar lo que ella nos tiene preparado, porque dentro de sus oraciones nos dice que nos acompaña desde que nacemos hasta que morimos”.

¿DÓNDE SURGE LA DEVOCIÓN POR LA SANTA MUERTE?

Si bien es difícil identificar el momento exacto en el que nace la devoción por la Santa Muerte, la antropóloga Katia Perdigón, citada en el artículo Historia y actualidad del culto a la Santa Muerte (Reyes, 2011), plantea la adoración de un esqueleto identificado como como San Pascual Bailón en Chiapas y Guatemala para el siglo XVII, mismo al que se le atribuía el milagro de alejar las enfermedades.

Por otra parte, Perdigón documentó otro caso en el pueblo de Amoles para el año 1793, en Querétaro, donde se reconocía a una calavera como ‘el Justo Juez’ portando arco y flecha. Sin embargo, en San Luis de la Paz, Guanajuato, en 1797, varios indios azotaban a una figura llamada Santa Muerte mediante un ritual, con el objetivo de que les cumpliera algún milagro. Mientras que en el museo de Yanhuitlán, Oaxaca, existe una escultura que representa a un esqueleto coronado, sentado sobre un trono, portando una guadaña.

“Está más arraigada la fe a la Santa Muerte desde Ciudad de México hacía el sur. Aquí, en el norte, apenas estamos conociéndola y ha crecido muchísimo ya que no mide la majestuosidad de sus milagros. A todos acoge la Santa Muerte. Pero muchos también traen a la Virgen María o a San Judas, y a ellos no los estigmatizan tanto por cuestiones de que están bajo la iglesia católica. La gente dice: ‘respeto, pero no quiero que me hables de eso’”, dice José.

Foto: Analí Castañeda | El Sol de La Laguna

EL ÁNGEL AZRAEL

Todos los días José Martínez le dedica una oración a su ángel antes de irse a trabajar. Es docente, pero por cuestiones de seguridad y para prevenir ataques por parte de otras personas, optó por mantener su identidad y practica en secreto. Aunque su mirada no puede ocultar el respeto y admiración que la Santísima le representa, pues con gran atención explicó sobre los componentes más destacados de este ser ‘divino’:

GUADAÑA

“Dentro de las oraciones, el primer misterio nos habla de la guadaña que es entregada por Dios para la Santísima Muerte. Es una guadaña justiciera, para que a través de ella salve a los pecadores del mundo entero y convierta muchas almas”.

EL MUNDO

“Por su parte, el segundo misterio habla sobre la manera en que le fue entregado en sus manos el mundo entero, para cubrirlo con su manto piadoso y bondadoso. La ‘Niña blanca’ acoge a todos sus hijos sin importar raza, género y religión. Su mundo está creciendo en su vientre, que es donde la vemos como madre. Puede aparecer encarnada: mitad humano y mitad muerte”.

BÚHO, BALANZA Y ACCESORIOS

“El búho es la sabiduría de ella. Siempre lo tenemos a sus pies o encima del viento, que representa también la sabiduría del mundo. La balanza es el equilibrio entre el bien y el mal. Mientras que su collar habla sobre la cuestión de la joyería; a ella le gusta estar presentable y bonita ante sus devotos”.

LA COMIDA

“A la Santa Muerte le gusta el tequila, el aguardiente, mezcal, vino, cerveza, todas las cuestiones de alcohol. El cigarro, al igual que el incienso, representa el desprendimiento del alma sobre el cuerpo”.

COLORES

“Lo dorado nos indica el dinero. El blanco representa la pureza; el rojo se usa para el amor; negro, significa protección; el café es la comunicación entre la vida y la muerte; el verde, la salud; y el morado representa ‘trasmutar’, que es cambiar lo negativo en positivo. Los colores son la sabiduría de ella, las siete virtudes: dinero, amor, salud, trasmutación, etc. Todo en una sola túnica”.

Por lo anterior, José Martínez insiste sobre la importancia de investigar más del tema, resaltando que hasta la misma biblia es un buen recurso para buscar información, pues los distintos nombres que se le han dado a la muerte son producto de la sociedad, pero en la biblia se trata del ángel Azrael.

“Ya tenemos todo a nuestro alcance en internet. Se han acercado aquí personas cristianas y mormonas, o de otras religiones, que vienen a dejarle sus problemas, le traen manzanas y veladoras en agradecimiento a su ayuda. La iglesia católica, al igual que otra religión, no la venera, no profesan esta fe, simplemente por el temor a su aspecto esquelético, pero la Santa Muerte también es nuestra madre, como la Virgen María…”.

Foto: Analí Castañeda | El Sol de La Laguna

MARÍA, “LA MADRE DEL PUEBLO MEXICANO”

“Iba para Estados Unidos. Las cosas no salieron como esperaba porque ya me andaba ahogando al intentar cruzar el río. En ese momento me encomendé a la Virgen de Guadalupe, le pedí que me cuidara prometiéndole una reliquia cada año como muestra de agradecimiento. Aquí estoy, vivo”, dice Francisco Garza Hinojosa.

Desde 1983, la familia Garza no sale de su casa a realizar sus actividades sin antes agradecerle a ‘Lupita’ su protección. En la colonia las Dalias, de Torreón, año con año festejan con danzas, mariachis y comida a la Virgen María. Con la ayuda de su esposa, hijos, nueras y hasta los vecinos, Francisco Garza intenta realizar un festejo a lo grande para quien lo protegió y lo hizo regresar a la vida.

“Estamos para servirle a la Virgen, lo que me quede de vida. A mis hijos también les inculcamos la devoción. Si hay que cooperar, ellos están ahí. Yo ya estaba ahogado y gracias a ella estoy aquí. Tengo tres hijos casados y mis nueras vienen a ayudar a hacer el movimiento. Esta tradición ya es de años”, cuenta Francisco, mientras señala el nicho que, con ayuda de Juan, su fallecido amigo, lograron terminar en un año.

Foto: Arturo Salazar | El Sol de La Laguna

ALTAR, MUESTRA DE DEVOCIÓN

"Bendita entre todas las mujeres", se lee en el Evangelio. El nombre de María puede significar “bella” o “amada”, en egipcio. Aunque lo más común es reconocerla como “la elegida de Dios”. Es uno de los símbolos religiosos más importantes para los mexicanos, incluso más de un millón de hombres y mujeres se llaman Guadalupe, según el Registro Federal de Electores.

Según cuenta la religión, todo comenzó un 12 de diciembre de 1531 cuando María se le apareció a un indígena náhuatl llamado Juan Diego diciendo: “el más pequeño de mis hijos, yo soy la Madre del verdadero Dios. Deseo que se me construya aquí un templo, para en él mostrar a mi hijo y prodigar todo mi amor, compasión, auxilio y defensa a todos los que viven en esta tierra…”.

Muestra de lo anterior, se observa en el altar de Francisco que lleva como fondo pinceladas de un hermoso paisaje. Una figura de yeso de ‘la Madre de Dios’ es la que más resalta por su tamaño, aunque a un costado se observa un cuadro de la misma adornado con flores y del otro lado le acompaña el Niño Jesús. Todo está protegido por una puerta de vidrio y cuando cae la noche el altar se ilumina con focos y veladoras, cuidando hasta el más simple de los detalles.

“Lo construimos gracias a nuestro puesto de gorditas. Mi señora se dedica a vender. Además de que ya en estas fechas, cada 15 días, hace tamales para acumular dinero. Lo que salga de las ganancias es para la reliquia y el altar, porque traemos de todo: danzas, mariachis. Yo le hice la capilla, se logró gracias a las ayudas de los vecinos. Me tardé un año para hacerla, en ratitos. Puse la mano de obra y los vecinos el material. Aquí tenemos 10 años ya con ella”.

VIDEO: Analí Castañeda