En la novillada de ayer, en la Plaza de Toros Nuevo Progreso, anunciada como antesala de las corridas de la Feria de Aniversario, se presentaron los novilleros mexicanos Sebastián Ibelles, Diego San Román y Arturo Gilio para lidiar una novillada bien presentada de la ganadería zacatecana Boquilla del Carmen, propiedad del señor Manuel Sescosse Varela, un hombre que ha trabajado incansablemente a favor de la fiesta brava, como aficionado, ganadero y presidiendo la asociación civil Tauromaquia Mexicana.
Los novillos fueron al caballo, siendo de destacarse la vara de David Vázquez al sexto de la tarde. El primero fue débil de manos y los tres últimos fueron de más a menos, perdiendo fondo y rajándose al final de la faena. Pero el novillo de la tarde fue el primero del lote de Arturo Gilio, de nombre “Cominito”, un novillo bravo, noble y encastado, que recibió el arrastre lento.
Arturo Gilio se puso en tono de rival taurino con Diego San Román.
Gilio salió a darlo todo con el primero de su lote, y con el segundo no tuvo nada que hacer. Al primero le hizo una gran faena, de colorido, mucho sabor y un amplio repertorio.
Recibió de rodillas en larga cambiada con el capote y realizó un quite por gaoneras. Puso las banderillas, realizó una “arrucina” con las rodillas en la arena, provocando los olés. Pero pinchó y perdió la oreja. En esto de los toros, casi siempre, la diferencia está en la espada.
Se lidiaron novillos de Boquilla del Carmen muy bien presentados que fueron buenos en su conjunto sobresaliendo el lidiado en tercer lugar que recibió los honores del arrastre lento.