Torreón, Coahuila.- 24 mil 877 espectadores entonaron el Himno Nacional en el Estadio Corona, al interior del Territorio Santos Modelo, para posteriormente presenciar el exorcismo sobre los Diablos, que tres años después volvieron a caer por cuatro goles.
Previo a las 18:00 horas, el ánimo fue notorio entre los aficionados santistas, que sabían que los Guerreros lucían favoritos, tras ganarle al Cruz Azul y en Honduras, ante unos mexiquenses en crisis, que, al término de la noche dominical, consumaron su tercera goleada en contra al hilo.
Al igual que el semblante de Hernán Cristante, a quien se le vio cabizbajo en la zona de los elevadores, rumbo a los vestidores, los pocos seguidores escarlatas enmudecieron al agravarse el momento futbolístico por el que atraviesa su equipo.
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Habría que echarse un clavado a la red, para recordar cuándo fue la última vez que la ola se hizo presente en las gradas albiverdes. Síntoma de que quienes pidieron, hace semanas, la salida de Salvador Reyes Jr., hoy confían en que los Guerreros están más vivos que nunca de cara a la segunda mitad del Torneo Clausura 2019.
La noche de este domingo 24 de febrero, la otrora ‘Casa del Dolor Ajeno’ se volvió a hacer sentir como tal. Los Diablos Rojos, en Tierra Santa, fueron goleados y humillados. Nuevamente, como en la Gran Final, triunfó el bien sobre el mal; y la cabeza de Hernán Cristante pronto podría rodar.