Torreón, Coahuila. - Deporte, educación y entrega, tres claves que han ayudado a que la lagunera Cristyna Mejía, jugadora de las Algodoneras de la Comarca en la Liga Mexicana de Baloncesto Profesional Femenil (LMBPF), vaya trazando la línea del éxito profesional.
A sus 25 años de edad, la basquetbolista asegura sentirse contenta de formar parte del equipo comandado por el entrenador Ricardo Vazquez, el cual destaca por ser uno de los clubes que más deportistas locales tienen entre su plantel dándole además la oportunidad a las mujeres de mostrar sus mejores cualidades sobre la duela. Eso sí, todas encaminadas a crecer tanto como personas y como profesionales.
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“Desde ya se formó el equipo supimos que este sería nuestro año. Traíamos una base y a pesar de que la fecha uno no se nos dio pero trabajamos duro para sacar el triunfo en casa. A diferencia de otros equipos, somos el que más jugadoras locales tiene. Realmente hasta que suceden cosas cómo estás es que voltean a vernos. Se agradece la oportunidad. Actualmente tres jugadoras extranjeras, una con nacionalidad mexicana. Jugar con ellas facilitó la adaptación para esta temporada, al inicio se batalló con la integración pero vamos mejorando”.
A lo anterior, Mejía agregó la comunión que existe con el cuerpo técnico recalcando que les brinda la confianza suficiente y seguridad para mostrarse con actitud en el parquet, algo que sin duda las llevó a ganar sus primeros partidos en casa, el Auditorio Municipal de Torreón: “El coach nos conoce y eso abre la oportunidad a dar una mejor temporada. Somos un equipo muy aguerrido. Si bien no tuvimos un gran arranque siempre estuvimos ahí dándolo todo. Nos morimos en la cancha. Esa es la mayor cualidad que tenemos”.
Así pues, para la número 8 de la quinteta lagunera recordó sus inicios en el deporte ráfaga el cual se dio cuando tenía seis años de edad, justo al ver a sus hermanos mayores entrenar. Ahí sintió la conexión y no dudó en luchar por ganarse un lugar a la par de continuar con sus estudios en nutrición . Todo con el compromiso y responsabilidad que, dijo, siempre la han caracterizado.
“Soy muy entregada a lo que hago. El equilibrio es gracias a mis papás que nos enseñaron a poner primero la educación. Era primero la escuela y si no, pues no había basquetbol. Sabían que me podía esta parte y también la disciplina que crea el deporte me ayudó a llegar a donde quería. Soy antes estudiante que deportista, así lo vemos. La gran mayoría que estamos en el equipo somos profesionistas. Es algo muy padre”.
Cabe señalar que la jugadora se siente agradecida por la oportunidad de conectar sus dos pasiones: el deporte y los estudios, aconsejando a las nuevas generaciones a no desistir y siempre priorizar el desarrollo académico, área en la que sigue buscando desempeñarse con proyectos que tiene en puerta a la par de su carrera en el basquetbol: “Siempre he tenido en mente desarrollarme como persona y profesionista. Ahorita se me da la oportunidad de combinar ambas partes. Seguiré buscando oportunidades en mi profesión y si puedo seguir en el deporte, lo voy a hacer. Quiero continuar con mis proyectos como profesionista. A mi el deporte sí me abrió puertas para el estudio. En lo personal los invitaría a no hacer a un lado la educación, porque se pueden llevar a cabo ambas partes. No dejen uno ni otro”.
Por último, Cristy mando un mensaje de inspiración a todas las niñas, adolescentes y mujeres, invitándolas a no rendirse y recordar que no hay límites: “Podemos llegar tan lejos como queramos, he visto casos de compañeras que pueden ser estudiantes, jugadoras, madres, todo se puede. No nos limitemos, no nos comparemos, creamos en nosotras mismas y trabajemos para lograr lo que queremos. Sí se puede”. Mientras tanto, agradeció el apoyo de todos los aficionados que impulsan la liga femenil y hacen pesar la casa: “Quienes vienen de rivales saben que no solo juegan con nosotros, sino también ante el público. Muchas gracias”.
