El lunes por la noche se inauguraron de manera oficial tres canchas de pickleball en el interior del gimnasio Prince de la Calzada Saltillo 400, el objetivo es promover este deporte que puede ser practicado por niños, jóvenes y adultos.
Eduardo Gutiérrez del Bosque, junto con José Luis Ortega serán los encargados de darle forma a este proyecto que tiene como fin que cada día más personas pasen de ser sedentarias, a activas.
Eduardo Gutiérrez comento que, “La idea de pickleball nació hace tres años con un proyecto informal en el Colegio Británico. En Estados Unidos es el deporte de mayor crecimiento, por lo divertido y fácil. Lo pueden practicar niños, jóvenes y adultos, por eso queremos que los jóvenes de cualquier edad practiquen este deporte”.
Estas serán las primeras canchas oficiales, con techo, aire acondicionado con diferentes horarios para clases.
Tanto Eduardo Gutiérrez del Bosque, como José Luis Ortega ya ha asistido a diferentes torneos a Monterrey, Guadalajara, Ciudad de México, con la intensión de en un futuro no muy lejano lanzar convocatorias oficiales de torneos.
Por lo pronto los interesados ya pueden acudir al gimnasio Prince de la Calzada Saltillo 400 para formar parte de las academias vespertinas a precios muy accesibles.
El pickeball es conocido como el deporte de las palas (o de raquetas), porque combina elementos del tenis, pádel, bádminton y tenis de mesa, en el que dos o cuatro jugadores golpean una bola por encima de la red, buscando anotar puntos y ganar sets.
Para ello se utilizan palas macizas de madera o materiales ligeros y una bola de plástico sólido, hueca y con agujeros. Este deporte comparte muchas características y reglas con otros deportes de raqueta: las dimensiones y la disposición de una pista de bádminton, una red, y normas de juego y puntuación muy similares a las del tenis, con diferentes modificaciones.
El pickleball se inventó a mediados de la década de 1960 en Estados Unidos como un juego de patio para niños.
De acuerdo a datos estadísticos, la difusión de este deporte se atribuye a su popularidad en centros comunitarios, clases de educación física, parques públicos, gimnasios privados, instalaciones de la YMCA en Estados Unidos y en comunidades de jubilados.
Su facilidad de aprendizaje y la menor exigencia física lo han hecho muy popular entre personas de todas las edades y condición física.