Despiden a Gerardo Aguilera

Conocido en el medio boxístico lagunero, recibirá este miércoles el último adiós por parte de familiares y amigos

Por: Jorge Víctor García Calzada

  · martes 16 de abril de 2019

A los 55 años de edad, descanse en paz Juan Gerardo Aguilera Mirazo, promotor de box en Gómez Palacio, Durango.

Gómez Palacio, Dgo.- Gerardo Aguilera dedicó su vida al boxeo. El pugilismo fue su gran pasión. Enseñó e impulso a sinfín de peleadores. Desde joven, comenta su hijo Adolfo, desde que vivía en Juárez, fue campeón Panamericano y participó en Centroamericanos. Eso, a la edad de 17-18 años.

Toda su vida le gustó el box, siempre estuvo ligado. Y aunque los hijos del profesor Aguilera solamente pelearon en amateur, le siguieron acompañando en su aventura. Junto con ‘Nacho’ Huizar, tenía planeado organizar una función, misma que se pospuso por la salud del afamado promotor y el sensible fallecimiento de Gerardo.

En Coahuila y en Durango, será extrañado por el gremio. Hizo a muchos boxeadores amateurs. Impulsó a olímpicos y profesionales. Alguien que trabajó mano a mano, fue ‘Tony’ Rodríguez; desde que éste se iniciaba arriba del ring, cuando Aguilera, en paz descanse, era referee.

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“Conseguíamos peleas a los boxeadores de aquí de Gómez. Yo le ayudaba, le conseguía peleadores. Trabajé con él, no como boxeador, sino como mánager, unidos. Lo apoyaba, a veces necesitaba tal peso y yo me movía, le conseguía al peleador. El 18 de mayo íbamos a llevar cinco peleadores para Mazatlán”, explica ‘Tony’ para Noticias de El Sol de La Laguna.

Rodríguez continuará con los proyectos en puerta que tenía Gerardo Aguilera. Su ausencia pesará, pero el mundo del box en la Comarca le rendirá homenaje, cosechando todo lo que él sembró. “Me ayudó a involucrarme con más personas, darme a conocer, fui conociendo promotores gracias a él. Nos asociamos y empezamos a trabajar juntos”, agrega ‘Tony’, quien podrá regresar al cuadrilátero en el 2020.

Josué ‘Chino’ Castañeda, Jairo Ochoa, Jesús ‘Bam Bam’ Silveyra… son algunos de los pugilistas que fueron más unidos al profesor Gerardo, mientras que Rodríguez le ayudaba a acomodar las peleas. No solamente fue deporte y negocio. Con los años, la amistad fue a más. Entre todos, compartieron anécdotas, experiencia y viajes que a partir de este martes 16 de abril quedaron tatuados para siempre.