Las Vegas.- El filipino Manny Pacquiao se confirmó como un deportista extraordinario que sin reflejar en algún momento sus 40 años de vida y su prolongado paso por los cuadriláteros, derrotó ayer sábado por decisión unánime en 12 episodios al estadounidense Adrien “The Problem” Broner, ante 17,152 espectadores que llenaron la Arena Grand Garden del hotel MGM Grand, para refrendar por primera vez su corona mundial welter de la WBA.
Pacquiao, que dominó la pelea de principio a fin, se llevó el triunfo con tarjetas de 117-111, 116-112 y 116-112.
El filipino conquistó la faja al noquear al argentino Lucas Matthysse en julio de 2018 en Kuala Lumpur, Malasia, y esta vez subió su marca personal a 61 victorias (39 por nocaut), siete derrotas y dos empates.
Broner, 11 años más joven, sumó su cuarto tropiezo, a cambio de por 33 triunfos y un empate.
Le puede interesar también:
Desde que derrotó a Jessie Vargas en noviembre de 2016, Pacquiao no había peleado en Estados Unidos. Pero este sábado dejó claro que aún tiene cuerda para brillar en este deporte.
Broner dio la impresión de haber perdido todos los rounds, pero los jueces de Las Vegas fueron benevolentes con las ya mencionadas puntuaciones.
Como es su costumbre, Broner se dedicó a despotricar al final del combate, al exclamar que era el auténtico vencedor y que el resultado en su contra fue para propiciar una nueva pelea entre Pacquiao y Floyd Mayweather; pero estaba claro que Pacquiao había sido el ganador, porque siempre llevó la iniciativa, propuso la pelea, no dio un paso atrás y conectó las mejores combinaciones de la noche, poniendo en serios problemas a Broner en los asaltos 7 y 9.
CON MAYWEATHER
El enigmático Floyd Mayweather se encargó de poner más suspenso a una posible revancha contra Pacquiao, al visitar a la leyenda filipina en su camerino, antes del combate.
Posteriormente, cuando el entrevistador de Showtime preguntó al “Pacman” si estaba interesado en una segunda contienda contra el apodado “Money”, y tras obtener una respuesta positiva por parte del ídolo asiático, Mayweather hizo mutis y permaneció en su asiento cerca de los monitores de la televisora.
“Me mantengo en buen estado de salud. Manny Pacquiao todavía tiene mucho que dar”, manifestó el tagalo.