Torreón, Coahuila.- Este 17 de mayo se conmemora el Día Internacional contra la Homofobia, Transfobia y Bifobia, fecha con la que se busca la eliminación de la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales por parte de la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hecho que tuvo lugar el 17 de mayo de 1990.
El objetivo principal de esta conmemoración, es el de coordinar todo tipo de acciones que sirvan para denunciar la discriminación, la violencia y el hostigamiento de la que son víctimas las personas homosexuales, bisexuales, transgénero y transexuales, y para hacer avanzar sus derechos en todo el mundo.
En alusión al Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, El Sol de La Laguna platicó con el luchador exótico lagunero Dulce Paola, quien compartió lo difícil que ha sido para ella dedicarse a esta profesión siendo homosexual, pero más complicado aún el enfrentar la vida desde pequeño, empezando desde el seno familiar:
“Todo empieza desde la casa, desde la familia, de ahí pasa a la escuela, desde el kínder, la primaria, entonces, yo ya no quise estudiar porque me hacían mucho bullying en la escuela, yo venía sufriéndolo ya por parte de mi mamá, por parte de mi papá, de mis hermanos”. “Después fue en la escuela que me golpeaban los chiquillos, yo lloraba. Recuerdo que mi mamá nos llevaba a la lucha, yo miraba que se golpeaban, miraba que agarraban los mesa bancos y se daban los sillazos, entonces dije ‘no, de aquí soy’”.
Dulce recordó que tenía solo 7 años de edad cuando le dijo a su mamá que era homosexual, situación que le acarreó muchos problemas y discriminación de sus propios progenitores:
“Fue a los 7 años con mi mamá, mi mamé me golpeó cuando yo le dije a los 7 años que era homosexual y me dio ‘una trapeada’, que Dios guarde la hora, tan así me vi, que mi hermana la mayor y la menor se pusieron a defenderme y mi mamá me corrió de la casa, mi mamá no me quería ver homosexual”.
“Yo viví con temor y con miedo a mi mamá, yo hacía todo lo que mi mamá decía hasta la edad de 30 años, mi mamá falleció y fue del modo que yo me pude liberar un poquito más, porque ella era que no te pintes, que no te arregles, que no te vistas de mujer, compórtate”.
Después siguió el rechazo de su padre:
“Un día me dijo que yo no era su hijo, éramos los 3 hijos del mismo señor, pero por haberme dicho así hirió mis sentimientos. (La discriminación) La viví en mi casa y ya lo que viva fuera me puedo defender, en ese entonces, a esa edad que tiene un niño de 7 años no se puede defender”.
La época de la escuela también fue de mucha discriminación y burla por ser diferente para Dulce Paola, situación que la hizo hacerse fuerte y aprender a defenderse:
“Un día que un chiquillo me picó con un lápiz en la espalda y me gritó ‘joto’, me volteé y le di un cachetadón, en la escuela igual, hasta sexto año de primaria también iban y me buscaban, yo estaba comiendo mi lonche y me gritaban joto, maricón, pu… entonces yo decía "no me voy a dejar" y como iba a la lucha les ponía sus ‘estate quietos’.
Años después, Paola se decidió por entrenar lucha libre y ahí se dio cuenta que la homofobia está en todas partes y en todos los niveles:
“A pesar de que hoy ya estamos más liberados, que ya vivimos los diferentes géneros a través del grupo LGTB, sigue la discriminación. Dentro de la lucha libre hay muchos luchadores que odian a los homosexuales, nomás te ven y dicen ‘este pinche maricón, este pu… otra vez a luchar con este creído, te odian, por qué, porque ven que nosotros como exóticos sabemos luchar y sabemos defendernos”.
“Yo he visto muchos luchadores que odian a los homosexuales y hemos sabido que andan con gays en otros lados o que se juntan con homosexuales en otro lado, yo siempre he dicho que el que no los quiere es porque es, la homofobia es porque a lo mejor ellos viven reprimidos”.
En la conmemoración del Día contra la Homofobia, el luchador exótico resalta que es muy católico y que pediría a la gente que haga lo que se dice en el Padre Nuestro, en donde Dios manifiesta que todos somos iguales y debemos querernos como hermanos.
“Dejar algo en claro, que todos somos iguales, que quieran a sus hijos, que cuiden a sus hijas, denles una educación en casa, porque acuérdense que todos los valores y toda la educación viene de casa, enseñen a sus hijos que se quieran ellos como hermanos, así sean lo que sean, si son gays, si son homosexuales, si son lesbianas, pero que se lleven bien”.
Dulce Paola agradeció a este medio el ser tomado en cuenta para hablar de la homofobia, de la cual ha sido víctima toda su vida, mandando un mensaje final a la sociedad:
“Que cuando nos vean, no nos vean con cara de asombro ni que se asusten, porque también quien se admira, como decía mi mamá, el que escupe hacia arriba le cae, acuérdense que ustedes tienen hijos, tienen nietos, tienen sobrinos, es feo que a veces las mamás no quieren a sus hijos por ser homosexuales, no renieguen por lo que Dios les dio”.