Actualmente, la fiebre por el béisbol ha aumentado en México, pues la novenmexicana en el Clásico Mundial a hecho que decenas de fanáticos estén siguiendo de cerca su participación. Aprovechando esta popularidad te contaremos sobre los laguneros que han llegado y ganado una serie mundial en las grandes ligas.
Para todo pelotero, uno de sus máximos sueños es jugar en la llamada Gran Carpa y aún más el disputar una Serie Mundial. Este privilegio de jugar el ‘Clásico de Otoño’ necesita de dedicación paciencia y en ocasiones hasta suerte. Simplemente, participar en esta serie ya es motivo de orgullo para muchos jugadores, pues escriben su nombre en la historia de la organización que representan.
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A lo largo de la historia el privilegio de ser campeón se le ha negado a peloteros históricos del béisbol, como Mike Piazza, Juan Marichal, Ryne Sandberg, Andre Dawson y Carlton Fisk. Ni hablar de los enormes Carl Yastrzemski y Ted Williams, quienes fueron víctimas de la ‘Maldición del Bambino’.
México no se ha quedado atrás ha tenido algunos ganadores del anillo de la Serie Mundial, entre los que destacan dos laguneros, quienes instauraron su nombre con letras doradas al jugar y ganar una Serie Mundial. ¿Quiénes son?
¿Quiénes son los laguneros que han ganado una Serie Mundial?
Son dos los oriundos de la Laguna que lucen con orgullo su anillo de campeón, se trata de Horacio ‘El Ejote’ Piña y Jorge ‘Charolita’ Orta.
Horacio Piña, el primer lagunero en ganar una serie mundial
Nacido en Matamoros, Coahuila, se convirtió en el primer lagunero en ser campeón de la Serie Mundial en 1973.
Inició su carrera en la Grna Carpa durante la temporada de 1968, cuando los Indios de Cleveland lo contataron como pitcher relevista. A partir de 1979 pasó a jugar por dos años con los Senadores de Washington y los Rangers de Texas. Posteriormente llegó a los Atléticos de Oakland en 1973, logrando una marca de 6 ganados, ocho salvamentos y una efectividad de 2.76 en 88 entradas lanzadas, siendo parte fundamental para que los californianos se coronaran en la Liga Americana.
Enfrentando a los Mets de Nueva Yor, Horacio tuvo su primera aparición durante el juego 2 donde no le fue bien, pues solo consiguió un out, recibió 2 hit y dos carreras, yéndose del partido sin decisión. Esa tarde Oakland lo perdió en extra innings.
Esto no evitó que el entonces manager Dick Williams perdiera la confianza en el lagunero. ‘El ejote’ volvió a salir como relevo durante el juego 4 en Nueva York, donde lució un mejor trabajo, deteniendo la artillería neoyorkina.
Oakland se coronó como campeón tras una serie que se tuvo que ir hasta el séptimo partido, siendo Horacio Piña el primer mexicano en lograrlo. Piña compartió la loma con sensacionales lanzadores como Catfish Hunter y Rollie Fingers, además de bateadores como Jesús Alou, Sal Bando y Reggie Jackson, quien se consagró Jugador Más Valioso de la serie.
Jorge ‘Charolito’ Orta, de Mazatlán con corazón lagunero
Jorge Orta Núñez nació en Mazatlán pero desde que era un bebé se trasladó a Torreón, Coahuila, por lo que se le considera un lagunero más. Desde muy pequeño aprendió a hablar y a tomar un bat, llegando a jugar con Unió Laguna, siendo campeón de la Liga Mexicana en 1950.
Su historia en las Mayores se remonta a 1972, siendo segunda base y jardinero de las Medias Blancas de Chicago. Tras su paso por Chicago, también incursionó en Cleveland, Los Ángeles y Toronto, pero no fue hasta que llegó a los Reales de Kansas City en 1984 que se volvió un veterano ejemplar para la nueva generación de peloteros que había en Kansas.
En 1985, ‘Charolito’ alternaba como bateador designado, promediando .256 con 19 cuadrangulares, ayudando a que el equipo llegará a la Serie Mundial enfrentando a los Cardenales de San Luis.
El momento clave llegaría durante el sexto juego de la serie, cuando San Luis a solo 3 outs del título enfrentó a Orta, quien pegó un rodado a primera base, donde el inicialista Jack Clark auxilió para lanzar la bola al pitcher Todd Worrel que corrió a cubrir la primera almohadilla.
Desafortunadamente para los cardenales, el tiro fue alto, permitiendo que Orta pisara la almohadilla una fracción de se gundo antes. El ampáyer Denkinger decretó el Safe. En aquel entonces no existía la ventaja de la repetición y solo la televisión mostró el claro error del oficial de primera base.
Esta jugada cambió el rumbo del partido y abrió la puerta a una épica remontada en la que ganaron por 2 a 1 y enviaron la serie a un séptimo y definitivo, donde arrasaron por pizarra de 11 a 0 y coronarse campeones por primera vez en su historia.
A día de hoy, aquella jugada de ‘Charolito’ se considera como una de las jugadas más polémicas en la Serie mundial.