Torreón, Coahuila. – Siguen con vida. Guerreros y Gallos se enfrentaron en uno de los duelos más importantes del repechaje, en el cual buscaron mantener viva la ilusión y continuar su andar en la liguilla del Torneo Clausura 2021, pero sólo uno lo logró: Santos Laguna.
Fueron 6 mil 206 aficionados, un día atípico de juego en el Estadio Corona (que comúnmente realiza sus partidos en domingo), y un solo objetivo: Ganar. Los dirigidos por Guillermo Almada sabían que enfrentarían una difícil prueba, pero no imposible, ante un equipo como Querétaro, que si bien se coló en la posición número 12 para jugar la reclasificación, llegó comandado por uno de los ídolos de La Laguna: Héctor Altamirano.
Comenzó a caer la noche cuando los hinchas empezaron a ocupar las butacas de un Territorio Santos Modelo que mantenía un ambiente agradable, mientras que en las pantallas gigantes del recinto se daba la recomendación de portar cubrebocas y cumplir con las medidas sanitarias correspondientes, entre ellas evitar aglomeraciones.
Nada diferente más que lo exigido en partidos anteriores para evitar en la medida de lo posible contagios por Covid-19. Sin embargo, reinaba la incertidumbre de saber si sería el último partido de los Guerreros en la temporada o si lograrían mantenerse en la competición. Nada estaba seguro pero el lema era alentador: “Va por ti”, el cual los jugadores portaron en sus camisetas durante el calentamiento.
Pocos pero en grupo, los seguidores del cuadro de Querétaro mantuvieron el “dale Gallos” durante todo el encuentro, mismo canto que era apabullado por las porras de todo el público que apoyaba a los albiverdes de distintas maneras, desde aquellos que no se cansaron de insultar al árbitro hasta el distinguido hincha que acude a cada juego con una máscara de luchador de distintos colores.
Once contra once por la victoria. En punto de las 21:15 horas el juez central Fernando Hernández dio el silbatazo inicial. Santos Laguna tomó la iniciativa y luego de 20 minutos, llegada tras llegada al arco rival, cayó el primer gol. Con un disparo de larga distancia imposible de detener por el arquero Gil Alcalá, Fernando Gorriarán mandó el balón entre las redes y se ganó los aplausos del público.
No fue suficiente. El futbolista ecuatoriano Ayrton se hizo notar al poner el dos por cero en el marcador y festejarlo como si hubiera sido el primero en su carrera profesional. Sin duda, esto representó un envión anímico para el equipo, que acrecentó con el aliento del público que no dudó en presionar al equipo visitante.
“Pity, Pity”, se escuchó desde las butacas cuando el entrenador del rival ingresó a la cancha para tomar su lugar en el área de suplentes, desde donde se pudo observar cómo se le borró la sonrisa cuando los de La Laguna cantaron el tercer tanto de la noche. Y es que con una combinación de pases, el uruguayo Fernando Gorriarán asistió a Eduardo “el Mudo” Aguirre para que éste empujara la pelota logrando meterla en el arco de Gil Alcalá.
Dos más a la cuenta para poner la pizarra cinco goles por cero. Primero, Diego Valdés se encargó de cobrar y anotar desde la vía penal. Enseguida, “El Mudo” se hizo escuchar con un toque al esférico que terminó clavándose en la meta para causar una euforia incontrolable en la afición, que a su vez remató con un “Quiere llorar” para los jugadores de Héctor Altamirano.
En la recta final la intensidad bajó en el terreno de juego, pero la fiesta se mantenía entre el público. El encuentro estaba ganado y sólo quedaba esperar a que el árbitro pitara el final del partido. Incluso, la atención se volcó hacia un aficionado que portaba la camiseta de los Tigres, quien fue abucheado y silbado por más de uno.
Terminó el partido. Las luces del Estadio Corona se apagaron y comenzó a sonar "Somos de la Comarca Lagunera, orgullosos defendemos nuestra tierra...", himno del equipo de La Laguna, mientras los aficionados cantaban a todo pulmón y festejaban el pase de Santos a los cuartos de final de la liguilla del futbol mexicano. Cinco goles por cero y la esperanza sigue viva para los Guerreros.