Domingo de Resurrección en el Estadio Corona

De la mano de su nuevo entrenador, la afición volvió a celebrar un triunfo de sus Guerreros.

Por: Jorge Víctor García Calzada

  · domingo 21 de abril de 2019

Torreón, Coah.- Santos Laguna volvió y está con vida. El uruguayo Guillermo Almada debutó con el pie derecho en la Liga MX, ante su afición, y con ello logró cortar una racha de seis partidos sin ganar en el Clausura 2019 y 313 minutos sin anotar gol que cargaban los de la Comarca.

Antes del partido, la llegada del nuevo técnico causó gran expectación. La gente respondió y agotó la localidad de Oriente; y aunque no fue un lleno, los 19 mil 938 asistentes pudieron disfrutar de la resurrección santista en la presente campaña. Apenas al minuto 6 de juego, se entonó el canto de gol en las tribunas.

Previo al cotejo, se vivió un momento especial. Sobre la cancha del Estadio Corona, los campeones de la categoría Sub-13 mostraron el trofeo que levantaron en la grama del Azteca, y dieron la vuelta olímpica, ante la ovación y los aplausos del respetable, al tiempo que Santos y Querétaro realizaban movimientos de calentamiento.

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Los rayos del sol golpearon fuerte sobre el ‘Templo del Desierto’. Dos horas antes, los seguidores del conjunto verdiblanco comenzaron a hacer acto de presencia para la cita con el primer compromiso de la nueva era de los Guerreros. Contados, pero ruidosos, la parcialidad de los Gallos Blancos que también acudió al TSM, la tarde-noche de este domingo.

Aplausos al medio tiempo, en cada cambio del cuadro local y al término del partido. Aún con los polémicos cambios en el once inicial, Almada fue aclamado por todo el público, tanto que no dudo en acercarse a las gradas instantes después del silbatazo final, para extenderle la mano a quienes hoy se ilusionan, rápido pero con justa razón, con la mejoría del equipo.

Fue así como cerró una noche redonda para Santos y los laguneros, que tendrán que aguardar un poco más para ver si serán parte de la fiesta grande del primer semestre del 2019. Por lo pronto, la alegría volvió al recinto futbolístico de la ciudad de los grandes esfuerzos, y con ello la comunión entre afición y equipo.