El infierno de jugar en el viejo Corona

El viejo coso de Las Carolinas vivió grandes momentos en la historia del club

Lauro Villegas | Noticias de El Sol de La Laguna

  · miércoles 25 de marzo de 2020

Grandes glorias y memorias se forjaron en la historia del equipo en el coso de Las Carolinas / Foto: Archivo OEM | Noticias de El Sol de La Laguna

Torreón, Coahuila. – Llegar con más de cuatro horas de anticipación, incrementar los decibeles en cada grito de gol y entonar “40 grados” en sol, son algunas de las cosas que se vivían en el antiguo Estadio Corona, en donde mucha afición se enamoró, gritos y lloró con el equipo en cada logro y fracaso obtenido en esa casa.

Hablar del Estadio Corona es necesario hablar de grandes momentos que el club albiverde vivió en ese pequeño coso que tenía un aforo no mayor a 17 mil espectadores, en donde cada domingo en punto de las 16:00 horas se vivían auténticos duelos a muerte protagonizados por 11 guerreros que en cada jugaba entregaban el alma y jugaban sin importar que el termómetro señalará temperaturas mayores a los 40 grados centígrados.

Talvez hay dos situaciones que la afición lagunera más recuerda con cariño, como son el primer campeonato obtenido en diciembre de 1996 en una gran final disputada ante los Rayos del Necaxa, en donde “el zorro del desierto” Jared Borgetti decretó el primer título lagunero con un tremendo testarazo el cual provocó un gran estruendo en el lugar provocando que Las Carolinas fueran testigo de la pasión que puede provocar el futbol.

Otro de los recuerdos que guarda el viejo y fiel aficionado santista, es la campaña en donde se peleó por el descenso, aquellos años 2006 y 2007 fueron de auténtico martirio, pues el destino del equipo parecía estar en la división de plata, pero con una fuerte inversión y jugadores de alto nivel, en donde Oswaldo Sánchez, Daniel Ludueña, Juan Pablo Rodríguez, Matías Vuoso y con Daniel Guzmán en el banquillo, entre otros cargaban cada tarde con el equipo al que buscaban sacar de lo bajo de la porcentual.

Y como olvidar aquel duelo en la última fecha del torneo, en donde la Liga decidió que los duelos de los equipos inmiscuidos en el descenso se jugarán a la misma hora, en la cancha de Torreón, Santos recibía a Cruz Azul, en tanto que en Guadalajara, Querétaro viajaba a cada del Atlas, pero sin pensarlo y con la leyenda en cada calle de “sigue latiendo” ese domingo la ciudad se paralizó y cuando parecía que los goles no llegaban apareció un juvenil que ya había convertido en varias ocasiones para los Guerreros; Agustín Herrera concretara el gol que decretaba la salvación y el final dulce para un Clausura 2007 que arrancó con siete duelos sin conocer la victoria y que dificultó la salvación, además de la mala suerte que parecía acompañar a los Guerreros luego de perder a su capitán y estandarte Oswaldo Sánchez por lesión.

Un año más tarde llegaba un título tan ansiado por la afición, que recompensaba tantas lágrimas y lamentos vividos por el drama de mantener la permanencia, finalmente un año después ese mítico estadio, ese donde muchos aficionados lloraron en las gradas, fritaron y festejaron cerraba sus puertas para dar inicio a una nueva casa, a un nuevo recinto en donde también se han escrito grandes historias, pero ninguna como aquellas del viejo Estadio Corona, que fueron cimientos para los que hoy aman al Santos Laguna.