Torreón, Coahuila.- El viejo estadio Corona es recordado por los aficionados al futbol en la Comarca Lagunera por ser el primer gran inmueble construido para disfrutar exclusivamente del futbol de máxima categoría en Torreón.
Fue en el segundo semestre de 1969 cuando autoridades se percataron de que los torreonenses y de las ciudades aledañas merecían poder disfrutar del balompié en un edificio dedicado exclusivamente para este, puesto que anteriormente los equipos jugaban en el entonces multiusos parque Revolución (hoy casa de los Algodoneros Unión Laguna de la Liga Mexicana de Beisbol).
Así pues, la Presidencia Municipal, a cargo de Juan Abusaid Ríos, adquirió por alrededor de 80 mil pesos un terreno de alrededor de dos hectáreas ubicado en la intersección de la calzada Profesor Ramón Méndez y el bulevar Ávila Camacho, en la colonia Carolinas, y de inmediato pusieron manos a la obra con una inversión estimada de 12 millones de pesos.
El estadio de Torreón fue construido a semejanza de otros como el Nou Camp, de León; el Sergio León Chávez, de Irapuato, el Cuscatlán, de El Salvador; así como el Tamaulipas, del club Tampico-Madero. Sin embargo, con la diferencia de que este se hizo con menor aforo y sin palcos.
Este inmueble tardó nueve meses en construirse, por lo que fue posible su inauguración el 2 de julio de 1970 con un duelo amistoso entre Torreón y Guadalajara en el que la victoria se lo llevaron las Chivas con marcador 3 – 1, y el primer gol fue de Paco Jara.
Cabe señalar que el estadio Corona fue inaugurado bajo el nombre Moctezuma, cervecera patrocinadora que aportó una gran cantidad de dinero para la obra, lo que lo convirtió en el primer estadio en el país con un nombre comercial.
Esta edificación fue sede de los equipos de Torreón, hasta 1974, y Laguna, hasta 1978, tras lo cual la Comarca Lagunera se quedó sin futbol profesional, por lo que quedó en un estado de prácticamente abandono.
Finalmente, en 1985 fue adquirido por la Cervecería Modelo, patrocinador principal de Santos Laguna, que llegó a la región en 1983, con lo que se convirtió en su casa tras ser reinaugurado con un partido entre México y la Universidad de Chile como preparación al mundial de 1986.
Luego, el estadio ya bautizado Corona (por la nueva cervecera) tuvo partidos de primera división de forma ininterrumpida hasta el 1 de noviembre de 2009, cuando los Guerreros disputaron ahí su último partido para mudarse al nuevo estadio Corona. Tan solo un día después, se iniciaron los trabajos de demolición.