En una época dorada para el fútbol mexicano, donde las estrellas brillaban con luz propia, surgió un hombre que supo ganarse el corazón de la afición lagunera con su talento y liderazgo: Benjamín Galindo, el maestro del gol.
Nacido en Tierra Blanca, Zacatecas, el 11 de diciembre de 1960, Galindo demostró su pasión por el fútbol. Su talento lo llevó a debutar profesionalmente con los Pericos del Club Deportivo Nacional en la segunda división. Su progresión fue meteórica, y pronto se convirtió en una figura destacada en el balompié mexicano.
Su exquisita técnica, potente pegada y visión de juego le valieron el apodo de "maestro". Galindo era un virtuoso en el arte de controlar el balón, un líder nato en el campo y un especialista en ejecutar tiros libres con una precisión milimétrica.
Tras su brillante paso por Chivas, donde conquistó su primer campeonato de liga en 1986, Galindo llegó a Santos Laguna en la temporada 1994-95. Durante tres temporadas, vistió la camiseta de los Guerreros con orgullo, disputando 101 partidos y marcando 24 goles. Su liderazgo y talento fueron fundamentales para el título obtenido en el Invierno de 1996.
Galindo continuó cosechando éxitos a lo largo de su carrera. Con Cruz Azul, se coronó Campeón de Campeones y Campeón de Invierno en 1997. En Pachuca, sumó un cuarto título de liga en el Invierno de 1999. A nivel internacional, fue parte de la Selección Mexicana que participó en el Mundial de 1994 y en las eliminatorias para Francia 1998.
En 2001, Galindo colgó las botas tras una última temporada con Guadalajara. Sin embargo, su historia con el fútbol no terminó ahí. Se adentró en el mundo de la dirección técnica, donde también cosechó éxitos. Al frente de Santos Laguna, se convirtió en el primer entrenador en llevar al equipo a la cima del fútbol mexicano como jugador y estratega en 2012.
Más allá de sus logros deportivos, Galindo también es un ejemplo de superación. En 2020, sufrió un derrame cerebral que puso en riesgo su vida. Tras una cirugía de emergencia y un largo proceso de recuperación, el "profe" Galindo ha demostrado una gran fortaleza y entereza, inspirando a miles de personas con su historia.
Benjamín Galindo es un ícono del fútbol mexicano, un maestro dentro y fuera de la cancha. Su talento, liderazgo, profesionalismo y espíritu de lucha lo han convertido en una figura admirada y respetada por generaciones. Su legado trasciende las fronteras del deporte y el tiempo, inspirando a chicos y grandes por sus hazañas en la cancha y su vida más allá del balón.