Aníbal Tarabini, el legendario futbolista argentino, se convirtió en un nombre inmortal en la historia del desaparecido equipo Torreón, dejando una huella imborrable como el máximo goleador de los Diablos Blancos con 23 tantos. Su legado perdura en el corazón de los aficionados laguneros, recordando hazañas que salvaron al equipo de descender a la Segunda División.
Nacido el cuatro de agosto de 1941 en La Plata, Argentina, Tarabini inició su carrera a los 19 años con el Estudiantes de La Plata, donde rápidamente demostró su destreza anotadora con dos goles en 11 partidos. Su trayectoria lo llevó por diversos equipos argentinos, destacando su exitosa etapa en el Independiente de 1966 a 1970, donde conquistó títulos de liga en 1967 y 1970, jugando 163 partidos y anotando 77 goles.
Tarabini también dejó su huella en la escena internacional como parte de la Selección de Argentina en la Copa del Mundo de 1966 en Inglaterra. Su habilidad en el campo lo llevó a formar parte del Boca Juniors en 1971 antes de emprender su viaje hacia México.
En septiembre de 1971, Tarabini y sus compatriotas, Enzo Gennoni, Raúl "Indio'' Solari, Óscar Rolando Pierucci, y Adolfo Viñetes, llegaron al equipo Torreón, formando una destacada colonia argentina en La Laguna. Su impacto fue inmediato, contribuyendo a salvar al Torreón del descenso en dos ocasiones cruciales.
Durante su tiempo con los Diablos Blancos, Tarabini jugó 70 partidos y anotó 23 goles. En momentos cruciales, como el 15 de julio de 1972 contra Irapuato, su gol decisivo aseguró la victoria del Torreón y evitó el descenso. En la temporada 1972-1973, en la Liguilla de Descenso contra Pachuca, Tarabini volvió a ser el héroe al anotar el gol que abrió la puerta al triunfo de los Diablos Blancos.
Con una zurda implacable, Tarabini superó la adversidad desde su infancia, donde un accidente en el campo lo obligó a entrenar su pie izquierdo. Tras dos temporadas destacadas en Torreón, fue transferido al Mónaco de Francia, donde se retiró en 1974 después de participar en 13 partidos y anotar cinco goles.
El trágico destino se cruzó en la vida de "El Conejo'' Tarabini, quien falleció en un accidente automovilístico el 21 de abril de 1997 en Berazategui, Argentina, a la edad de 55 años. Su legado perdura en los corazones de los aficionados, recordando los momentos de gloria y los goles que lo convirtieron en uno de los grandes símbolos de los Diablos Blancos en la ciudad de Torreón.