Casi por naturaleza, Santos pasó del infierno al cielo en pocos minutos. Los guerreros caían 0-2 en casa ante Necaxa y nada hacía pensar en una posible reacción, pero los locales lo hicieron en la recta final del partido para darle la vuelta al marcador y poner las acciones 3-2, en una voltereta de alarido.
Fue uno de esos partidos raros, en el TSM, de viejos conocidos, Fentanes con Santos y Ambriz con Necaxa. La mezcla de sentimientos derivó en un encuentro que tuvo como amo y señor a los Rayos, hasta que los laguneros reaccionaron y pusieron el cierre patas para arriba.
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Necaxa parecía transitar con relativa calma a la victoria. Pasada la media hora, José Paradela puso arriba a los Rayos desde los 11 pasos. El hecho de estar arriba potenció el juego de los visitantes, ordenados en el fondo y atentos a cualquier espacio. Cerca estuvo el propio Paradela de ampliar la ventaja al filo del descanso, pero no pudo.
Ya en el complemento, los hidrorayos manejaron la pelota, y pasado un susto tras un palo de Naveda, amplió la ventaja con un tanto de Rogelio Cortéz, que cerró la pinza y encaminaba el triunfo, al minuto 65.
Ya se sabe, sin embargo, que el futbol por momentos se vuelve loco y algo, quizá los abucheos, despertó el orgullo de los guerreros. Santos comenzó a apretar y al 75 Franco Fagúndez recortó la distancia. El hecho de estar a tan solo un gol del empate animó a la grada y los locales se volcaron en busca de la igualada. Casi por impulso, ésta llegó al 81, con gol de Santiago Muñoz. No había nada que detuviera a los guerreros y al 97, Jiménez puso con la testa el gol de la victoria.