En el norte de México, la pasión por el béisbol ha florecido y arraigado profundamente en el estado de Coahuila. Estas tres ciudades han tejido una historia llena de triunfos, emociones y legados que han dejado huella en el mundo del deporte nacional.
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Saltillo: La Ciudad del Beisbol y su Joya, los Saraperos
Saltillo, conocida como la ciudad del béisbol, y sus habitantes llevan en el corazón el nombre de los Saraperos. En el Parque Madero, el grito de "playball" resuena con entusiasmo, especialmente durante la séptima entrada, cuando el himno del béisbol retumba en el aire.
La casa de los Saraperos ha sido testigo de gloriosos momentos, como el bicampeonato en 2009-2010 que llenó de grandeza y orgullo al Espíritu Verde. Sin embargo, también ha compartido las derrotas amargas. Los playoffs son un torbellino de emociones, y enfrentar a rivales odiados como los Acereros puede convertirse en una prueba dolorosa.
Aunque la historia reciente está entrelazada con los Saraperos, el amor por el béisbol en Saltillo se remonta mucho antes. Fotografías del siglo XIX revelan que ya en esa época se jugaba béisbol de manera organizada en el Colegio de San Juan Nepomuceno, dirigido por los jesuitas.
La práctica del deporte comenzó en el otoño de 1893, y se organizó un torneo entre los equipos San Luis Gonzaga, Berman y Kostka. El béisbol se arraigó en las escuelas, como el Ateneo Fuente y la Benemérita Escuela Normal de Coahuila, convirtiéndose en una tradición y una pasión compartida.
En 1970, los Saraperos debutaron en la Liga Mexicana de Béisbol, enfrentando a los Sultanes en un juego que marcó el inicio de una rivalidad que perdura. Ese día, el histórico orden al bate incluyó nombres como Lupe Chávez, Alfredo Ramírez y Lucas Bouyet. Desde entonces, la historia de los Saraperos ha estado escrita con letras de gloria y pasión en el diamante.
Monclova: Acereros, Una Historia de Cambios y Victoria
Monclova, la ciudad del acero, también se ha ganado un lugar en la historia del béisbol mexicano con su equipo, los Acereros. Aunque el béisbol profesional llegó por primera vez en 1974, su camino ha estado lleno de cambios y victorias que han dejado una marca indeleble.
El Estadio Monclova, inaugurado en 1975, ha sido testigo de tres Series Finales, dos Juegos de Estrellas y un sinfín de momentos inolvidables. En 1980, los Astros de Monclova nacieron como un nuevo capítulo en la historia de los Acereros, marcando un renacimiento y un mayor lazo de identidad para el equipo y la afición.
El 2009 y 2010 marcaron un hito para los Acereros al alzarse con el título de zona y el primer bicampeonato. Estos triunfos solidificaron su estatus como un equipo competitivo y apasionado en la Liga Mexicana de Béisbol.
La familia Benavides Dávila, al tomar las riendas del equipo en 2017, trajo nuevos bríos y un capítulo de renovación en la historia de los Acereros. Su llegada marcó un parteaguas, generando emociones encontradas pero reafirmando el compromiso con el deporte y la región.
Unión Laguna: 80 Años de Pasión y Triunfos en el Béisbol
La historia de Unión Laguna, enmarcada en 80 años de pasión y logros, emerge como un relato emblemático en el mundo del béisbol. En un 30 de marzo de 1940, en medio de la Segunda Guerra Mundial y la expropiación petrolera en México, el Estadio de la Revolución fue el escenario donde nació el béisbol profesional en La Laguna. Aquella noche, los Tecolotes de Nuevo Laredo se enfrentaron a La Jabonera Unión Laguna, en un duelo que marcaría el inicio de una historia legendaria.
Los éxitos no tardaron en llegar, y en 1942, bajo la dirección del cubano Martin Dihigo como manager y jugador, Unión Laguna se coronó campeón del circuito de la Liga Mexicana de Béisbol. Dihigo dejó una marca indeleble al liderar en pitcheo y ofensiva, llevándose la triple corona.
Las hazañas continuaron en 1950 bajo el mando de Guillermo Garibay Fernández, cuando el equipo obtuvo otro título. Aunque los años posteriores fueron desafiantes, con cambios de dirección y altibajos, Unión Laguna persistió con su espíritu de lucha.
El equipo vivió momentos inolvidables, como la final de zona norte en 2009 y el bicampeonato en 2009 y 2010. Sin embargo, los desafíos continuaron, con cambios en la administración y la salida de figuras clave hacia otros equipos.
En medio de incertidumbres, la familia Orozco y Guillermo Murra tomaron las riendas de la franquicia. Tras una temporada difícil, Unión Laguna se prepara para celebrar sus 80 años en el 2020, con un equipo reforzado y la determinación de escribir un nuevo capítulo en su historia.
La pasión y los logros de Unión Laguna perduran, demostrando que el béisbol es más que un juego, es un legado que trasciende en el tiempo y en el corazón de los aficionados.
La historia del béisbol en Coahuila, tejida con pasión y gloria, continúa evolucionando con cada partido y cada temporada. Saltillo, Monclova y la Laguna han demostrado que el béisbol no es solo un juego, sino un legado que trasciende en el tiempo y en el corazón de sus seguidores.