Gómez Palacio, Durango. - Jesús Alberto “Tigre” Chong, originario de Gómez Palacio, Durango, fue el primer lagunero que conquistó un campeonato mundial de boxeo; su carrera inició como un brillante prospecto en el boxeo amateur, en donde casi completó 150 peleas; su sueño era asistir a los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988, pero todo quedó en eso; hoy, a 31 años de aquellos sucesos sigue en el deporte de las “Orejas de Coliflor”, ahora en calidad de entrenador.
Jesús Alberto habló durante el festejo del Día del Ex Boxeador Lagunero, celebrado el sábado anterior en Gómez Palacio; ahí el ex campeón del mundo abrió el baúl de los recuerdos y platicó: “empecé como amateur en 1983 y casi llegué a 150 peleas, en 1983 me concentré en el Comité Olímpico Mexicano, mi anhelo era llegar a los Juegos Olímpicos de 1988 en Seúl, Corea; las cosas no se dieron, me perdí aquella Olimpiada y decidí entrar en el profesionalismo, lo cual sucedió en 1987”.
El popular “Tigre” Chong siguió su relato: “debuté el 1 de enero y fue contra un peleador de Matamoros, pero no recuerdo el nombre, le gané en tres rounds; así empezó todo, después fui campeón nacional, campeón de Las Américas, campeón de Norteamérica, y dos veces fui campeón del mundo; tuve peleas en Tailandia y en Las Vegas”. Jesús Alberto ha sido uno de los peleadores mexicanos con mayor talento, sin embargo, el destino no quiso que alcanzara los niveles que corresponden a su categoría como boxeador.
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Hoy se mantiene dentro de la actividad boxística y él mismo lo explica: “entreno a niños y niñas, muchachos y también mujeres, estoy en un gimnasio que se ubica a la vuelta de la Arena Olímpico Laguna de Gómez Palacio; eso es lo que ahora hago”. Así transcurre hoy la vida del ex campeón minimosca de la Federación Mundial de Boxeo; la gloria duró muy poco y hoy sólo son recuerdos.
Eulogio Martínez El “Ultiminio Lagunero”
En el mismo festejo del Día del Ex Boxeador, se encontraba Eulogio Martínez Espino, mejor conocido como el “Ultiminio Lagunero”, seguramente en referencia al peleador nacido en Cuba que se naturalizó mexicano y fue campeón del mundo; en una de sus peleas, terminó con la vida de Dave Moore.
“Recuerdo aquella pelea de revancha contra “La Mosca” Agustín Salinas, me mandó a la lona en el segundo round, a partir de ahí no recuerdo nada, me levanté y le gané por nocaut en el octavo; fue el puro instinto el que me mantuvo en la batalla; esa pelea fue nominada la mejor de aquel 1988. Después sufrí un infarto cerebral, los médicos nunca me dieron un informe preciso de mi salud, pero sé que es una consecuencia de los golpes que recibí en el boxeo. También sentía algunos mareos, se me quitaron después de cuatro meses para hacer guantes con Luis Ramírez ‘El Estudiante’, hice cuatro rounds y me sentí muy bien”.
Recordó su regreso a la Plaza de Toros Torreón: “fue un mes después, no recuerdo contra quién, pero gané por nocaut en el cuarto round, yo pensaba que había ganado en el tercero, pero quienes vieron la pelea me decían que fue en el cuarto. En 1968 fue la última vez que me puse los guantes, fue para ayudar a Sigfrido Macías, cuando se preparaba para pelear con Alfredo Escalera”. Los golpes de la vida y los del boxeo dejan huella y así son los recuerdos del “Ultiminio Lagunero”.