Torreón, Coahuila. - Algodoneros de Unión Laguna versión 2019, es un equipo plagado de jóvenes con gran talento, pero aún sin las tablas necesarias para cargar el peso de un equipo que aspire a ser protagonista en un circuito de la calidad de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB); ese talento joven se ve bien reforzado con algunos jugadores mexicanos con calidad y experiencia, pero hablar de apenas 20 ganados en la primera vuelta, obliga a señalar que la mayoría de los extranjeros y méxicoestadounidenses, no han tenido la fuerza necesaria para ser considerados verdaderos refuerzos.
Al arrancar la temporada 2019 de la LMB, Unión Laguna tenía los siguientes extranjeros: Niuman Romero, Edgard Muñoz y Michael Crouse, en la ofensiva; entre los lanzadores se contaba a Frankie de la Cruz, Frank Garcés y el cerrador Cameron Mc Vey. De la Cruz inició con el rol de preparador, cuando toda su trayectoria en LMB habla de un exitoso inicialista; poco después se corrigió y Eulogio “Frankie” de la Cruz pasó a la rotación de abridores. Recordar que dos días antes de la inauguración, el venezolano Alejandro Arteaga fue dado de baja, a pesar de haber hecho la pretemporada; el lanzador de la tierra de Simón Bolívar llevaba una vida muy poco recomendable para un deportista de alto rendimiento, y fue así que se tomó la decisión.
Sobre la marcha en la temporada algunos extranjeros se han ido y otros más llegaron; los que dijeron adiós son: Cameron Mc Vey, Michael Crouse y Viosergy Rosa; poco después llegó Dustin Geiger, que no está más con el equipo. Aquí hay que agregar la situación de Edgard Muñoz y Niuman Romero, extranjeros que perdieron ya varios juegos debido a lesiones, principalmente el venezolano. En el pitcheo vinieron más ajustes, con la llegada de José Domínguez, que se perdió siete juegos debido a una suspensión, y su coterráneo Pedro Fernández, que ni como abridor ni en labores de relevo ha hecho el trabajo. Así a simple vista salta a la luz la razón del porqué Unión Laguna apenas ganó 20 juegos en la primera vuelta, para ser el ocupante del último lugar norteño.
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Hoy en la LMB existe una buena opción en los jugadores mexicanos nacidos fuera de México, los coloquialmente llamados pochos, y que en esta liga abundan con la etiqueta de verdaderos refuerzos; Brian Hernández, José Vargas, Michael Wing, Jesús Pirela, Jason Urquídez y Josh Rodríguez, son solamente algunos ejemplos de los muchos que se dan actualmente en el nonagenario circuito. Unión Laguna necesita refuerzos extranjeros como Frankie de la Cruz y Frank Garcés; se acepta también al José Domínguez de las últimas salidas. En la ofensiva los únicos que marcaban diferencia fueron cesados, Michael Crouse y Viosergy Rosa. En cuanto a la ofensiva el único que aporta es Eric Aguilera.
En el roster de Algodoneros estuvieron Chris Rocha y Esmelvin Jiménez, ambos mexicanos por naturalización; hoy están Luis Gámez, Ángel Landázuri, Alejandro Chavarría y Óscar Sanay, este último es el único que ha aportado, y si lo ha hecho en poca cantidad, es por las escasas oportunidades de jugar. No tiene lógica un roster con sólo dos outfielders; Edgar Robles y Francisco Ferreiro, mientras que entre los jugadores de cuadro se tiene a ¡nueve! Eric Aguilera, Edgard Muñoz, Francisco Rivera, Ciro Norzagaray, Óscar Sanay, Daniel Hinojosa, Missael Rivera, Garabez Rosa y Carlos Álvarez; si a eso se agregan las pifias normales de un manager bisoño como Jonathan Aceves, se entienden los resultados.
La opción de los jugadores de doble nacionalidad tampoco ha rendido frutos, a excepción de Eric Aguilera y en menor escala de Óscar Sanay, por la poca actividad del camarero. Unión Laguna difícilmente accederá a la postemporada, pero todas las experiencias que se viven en este 2019 deben ser aprovechadas para darles seguimiento y fortalecer el equipo el año entrante. Si en verdad se quieren hacer cosas importantes, se necesita que todos los extranjeros sean verdaderos refuerzos, y nada mal caerían dos o tres mexicanos con las condiciones de Francisco Rivera, Adrián Gutiérrez y Francisco Ferreiro.