Rocío Morelli corta una oreja en corrida homenaje a la mujer

Apenas un cuarto de plaza en Lerdo

Por: Claudio Martínez Silva

  · sábado 18 de mayo de 2019

Bien toreó a la verónica Rocío Moreli, la colombiana cortó una oreja a “Valentino”, segundo de la tarde. (Foto: Verónica Salinas)

Ciudad Lerdo, Dgo.- La colombiana Rocío Morelli cortó la única oreja al celebrarse la Corrida de Toros en Homenaje a la mujer, este sábado en la Plaza de Toros Alberto Balderas, que lució a una cuarta parte de su capacidad.

Morelli lució muy torera en el segundo de la tarde, Valentino, con 465 kilos de peso se prestó para el buen toreo que trató de bordar la sudamericana. Con la muleta Morelli exhibió lo mejor de su toreo, lo hizo con temple por el lado derecho y remató con el Muletazo de la Firma. Después, bajo las notas musicales del paso doble “Silverio”, dibujó una segunda tanda de derechazos que remató con el de pecho.

A continuación, ejecutó cinco naturales de buena manufactura, bien rematados con el de pecho, ante la respuesta del público que reconoció el esfuerzo y la calidad de la colombiana. Cuando “Valentino” perdió el aire, Morelli se tiró a matar y puso una estocada de un cuarto que el burel escupió; en un segundo intento pinchó, y en el tercero puso media estocada, la cual preparó el descabello, que fue suficiente para que el astado doblara. El juez de plaza concedió una oreja.

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En su segundo y cuarto de la tarde Morelli, que vistió de verde y oro, hizo un gran esfuerzo por agradar, pero “Luisito” de 470 kilos no se prestó para el lucimiento. El inicio fue alentador con tanda de buenas verónicas rematadas con media revolera que provocaron el aplauso del respetable. En el primer intento puso una estocada media y caída, el toro se lastimó su mano izquierda, pero eso fue suficiente para que doblara. Fue despedida con aplausos.

PAOLA SAN ROMÁN (AZUL Y ORO)

Por su parte, la queretana Paola San Román inició el festejo con “Cumpleañero” de 480 kilos. Intentó más por el lado derecho, en donde tuvo pinceladas que entusiasmaron, pero el toro no colaboró y decidió entrar a matar. Después del cuarto intento sonó el primer aviso; siguieron los intentos, hasta que llegó el segundo aviso, y después del tercero, cuando se pensaba que el toro regresaba vivo a los corrales, dobló para terminar la faena.

En su segundo de la tarde “Don Chuy” de 500 kilos, San Román salió con deseos de sacarse la espina, pero su esfuerzo se quedó corto ante la poca casta del toro. Inició con buenas verónicas y después de las banderillas brindó al público. Dibujó par de molinetes, intentó repetir de rodillas, pero se desarmó. Nada más pudo hacer y después de nueve intentos de matar, el toro dobló y el puntillero hizo su trabajo para terminar la obra; aquí San Román escuchó el primer aviso.

Los toros fueron de la ganadería jalisciense de Cerro Viejo, cuya divisa es roja y rosa; se fundó en 1928 por parte de Don José María Franco, con una mezcla de vacas criollas de El Carnicero y sementales de San Mateo.