Es cierto que el deporte se ha convertido con el paso de los años, en un escenario perfecto para conocer grandes historias de vida, las cuales van desde seres que superan la pobreza, enfermedades, guerras, pero un joven norteamericano mostró que un trastorno que ha existido por años y que apenas comienza a ser atendido, como lo es el autismo, no es impedimento como muchos creen para desempeñarse como atleta de alto rendimiento.
Fue así como Kalin Bennett, de 19 años de edad y jugador de la Universidad de Kent en Estados Unidos, logró hacer historia, al convertirse en el primer basquetbolista con autismo en jugar y anotar en un partido de la NCAA.
El joven quien se desempeña como pivote, quien desde muy niño demostró grandes cualidades para el deporte ráfaga, es el primer atleta autista en conseguir una beca universitaria completa, fue tentado por varias universidades, sin embargo eligió a Kent, por su arduo trabajo de investigación en torno al espectro autista.
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Fue de esta forma, como el jugador realizo su debut en su primer año como colegial y sin duda busca seguir trascendiendo como basquetbolista y dejar en claro que el espectro autista no es impedimento alguno para desempeñarse de buena manera tanto dentro como fuera de la duela.