Inició la travesía de los Juegos Centroamericanos y del Caribe en San Salvador 2002, hasta llegar a Barranquilla 2018.
Ahí, Samantha Teránse propuso el reto de llegar a ser una de las mejores exponentes de la justa regional en squash, mismo que logró en Barranquilla 2018, alcanzando 15 preseas de oro.
Un mérito que le costó ausencias familiares, dedicarse al cien por ciento a su deporte, además de convertirse en la número uno del Continente y Embajadora de México ante el mundo.
Su legado se fue dando gracias a su amor al deporte y a la disciplina que desde niña obtuvo de sus padres.
Así, la vida transcurrió alumbrándola en todos sus proyectos. Su confianza en sí misma la transportó a obtener reconocimientos, preseas, amigos y lo más importante, recorrer el mundo con la bandera mexicana en sus hombros.
Samantha ahora sonríe satisfecha de haber cumplido su objetivo. Aunque todavía tiene más competencias, como el conseguir el boleto a los Juegos Panamericanos, disfruta y vive su momento, su reinado.
“Contenta con el resultado y en general el squash consiguió cinco medallas de oro a México. Fue un evento físicamente muy demandante ya que en seis días se jugaron todas las medallas, lo cual es inusual, pero feliz porque se cumplió el objetivo”.
Terán Quintanilla ha dado todo porque su deporte sea un referente. Ha demostrado que los deportistas, a pesar de sufrir algunas caídas, siempre se saben levantar.
“Ha sido una larga carrera, tenía en mente lograr las preseas en Colombia. Ojalá que estos logros sirvan para que siga creciendo el squash en México”, finalizó.