Torreón, Coahuila. - Si bien los resultados de Unión Laguna en el terreno de juego no han sido positivos, hoy la gran familia del beisbol en la Comarca Lagunera puede sentir la tranquilidad de que al frente del proyecto se encuentra una directiva seria. Con el equipo ya eliminado del play off, lejos de desprenderse de sus mejores elementos, se han buscado opciones para fortalecer el roster; el último ejemplo es la llegada de Dave Kubiak y Bryant Aragón.
Para un análisis objetivo hay que partir de la base de que en noviembre pasado la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) había anunciado que Unión Laguna y tres equipos más tomarían un año sabático en este 2019; un mes después, con la intervención del actual Jefe del Ejecutivo en México, se pidió rescatar a las cuatro plazas que hoy siguen vigentes, y es así como Torreón, Aguascalientes, León y Puebla están en la competencia.
El binomio Arellano Hernández-Cárdenas Cortés prácticamente saqueó a estos Algodoneros hasta dejar un roster con muchas necesidades por cubrir, y muy escaso tiempo para integrar un equipo competitivo. Hoy el equipo se mantiene en Torreón y quienes invierten sus recursos para operarlo han demostrado seriedad, ése debe ser el punto principal. Que se han cometido muchos errores, es cierto; que hoy el equipo, en las condiciones ya señaladas podría tener mucho mejores resultados, también es una realidad.
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Digno es de celebrar que los señores Orozco Marín, Murra Marcos y todos quienes hacen posible que este proyecto sea una realidad, conserven su interés en darle a la Comarca Lagunera un espectáculo profesional y con la calidad que es propia de la LMB. La afición lagunera ha sido muy castigada, sobre todo en los dos últimos años, sobre todo cuando se les hizo creer que había ambiciosos planes para engrandecer a esta franquicia.
LA INCERTIDUMBRE DE TODA UNA AFICIÓN
La afición de la Comarca Lagunera se encontraba en incertidumbre total, luego de algunas versiones sobre la venta de esta franquicia a empresarios de Querétaro, quienes manifestaron la intención de llevar este espectáculo a aquella ciudad. La directiva informó desde aquel entonces, que la franquicia estaba en venta, pero no habían encontrado comprador. De cara a la temporada 2017, David Cárdenas Cortés había dado a conocer grandes planes, para que Unión Laguna fuera un conjunto protagonista.
Todavía no se cantaba el playball de 2017, cuando comenzaron las dificultades y la falta de estabilidad para lo organización guinda; a los hermanos Juan José y Érick Arellano Hernández, propietarios de la franquicia de Vaqueros, les habían sido congeladas sus cuentas por parte de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, por lo que se ponía en riesgo la participación de sus equipos Vaqueros y Leones de Yucatán en la Liga Mexicana de Beisbol.
Erick Arellano declaró que ese problema fue debido a situaciones fiscales, no a acusaciones de lavado de dinero como se había especulado, añadió que el equipo jugaría sin problema la temporada, lo cual finalmente sucedió y el 4 de abril se celebró el juego inaugural en el Estadio de la Revolución.
Todavía durante la pretemporada realizada en el Estadio de la Revolución, autoridades del Simas Torreón cortaron el suministro de agua para el inmueble, por un adeudo de años atrás, lo que desquició durante algunos días las prácticas previas al inicio de campaña.
La temporada se puso en marcha y en lo deportivo el equipo obtuvo resultados aceptables, Ramón Orantes cumplió con una buena actuación y tuvo al equipo en la pelea por los puestos para calificar. El momento de mayor molestia para los aficionados llegó con la partida de Ricky Álvarez a los Leones de Yucatán, algo que los fanáticos consideraron ventajosa para el "hermano mayor", a esas alturas de la temporada, Álvarez era líder de la Liga Mexicana en carreras producidas.
Tras concluir la temporada se generaron más cambios de peloteros, Unión Laguna dejó a jugadores que en 2017 demostraron bastante calidad, como Francisco Lugo, Alejandro Flores y Art Charles, además de los lanzadores Tomás Solís, Francisco Gil, José Manuel López y Marco Quevedo; también el propio Jesús Valdez, prácticamente todos con destino a Yucatán.
Ese tipo de acciones causaron descontento y desilusión en los aficionados, quienes reclamaban por sus jugadores y esperaban noticias de refuerzos, pero, aunque Unión Laguna comenzó la venta de abonos para las temporadas 2018 y señalaron que a mediados de diciembre tendrían noticias de nuevos jugadores, a punto de terminar el año no llegaron tales refuerzos.