Triunfo compartido en tradicional Novillada de Año Nuevo

Juan Pedro García ‘Calerito’ y Alberto Ortega cortaron par de orejas

Miguel Solís | Noticias de El Sol de La Laguna

  · sábado 4 de enero de 2020

El primer toro de la tarde fue para Sebastián Ibelles, quien cortó una oreja. /Foto: Verónica Salinas

Lerdo, Durango. - Espectacular tarde se vivió este sábado en la Plaza de Toros ‘Alberto Balderas’ al llevarse a cabo la tradicional Novillada de Año Nuevo, compartiendo triunfo el sevillano Juan Pedro García ‘Calerito’ y Alberto Ortega al cortar par de orejas cada uno, brindando igualmente una buena presentación el español Jaime González y Sebastián Ibelles, ambos con un apéndice.

Poco más de media plaza fue la asistencia a este atractivo evento taurino, el cual presentó muy buenos novillos toros de la ganadería ‘Espíritu Santo’ al dar muchas opciones a los toreros, destacando además un excelente ambiente en el graderío.

El primer toro de la tarde fue para Sebastián Ibelles, de nombre ‘Dominguito’ y con un peso de 370 kilos, estando muy bien con capote y muletas, tandas por el lado derecho, dejando una estocada entera para cortar la primera oreja en esta novillada.

El segundo toro, de nombre ‘Peli’ y con un peso de 360 kilos, fue para ‘Calerito’, quien se lució con el capote, lo recibió con un ‘farol’ de rodillas, luego estuvo bien con capote y muleta, haciendo una faena muy completa y variada que le gustó mucho al público, una estocada que puso patas para arriba al novillo para ganarse a pulso las dos orejas.

El tercer toro, de nombre ‘Chacón’ y de peso de 350 kilos, fue para Alberto Ortega, quien estuvo toreando muy templado con capote y muleta, tandas variadas por los dos lados, dejando una estocada muy efectiva, pidiendo la gente dos orejas que le fueron concedidas.

El cuarto y último toro de la tarde fue ‘Sevillano’, de 345 kilos, correspondiendo a Javier González Écija, quien lo recibió en tablas con faroles de rodillas, toreó muy bien a la verónica, una faena muy bien estructurada, dejó media estocada y después un descabello, otorgando el juez una oreja, la gente pedía la segunda, pero no fue concedida.

Al final los cuatro novilleros salieron en hombros a dar la vuelta al ruedo, siendo despedidos y ovacionados por el respetable que se dio cita en la plaza de toros lerdense, mostrándose muy complacida por el excelente espectáculo presenciado.