En la historia de la Comarca Lagunera, el algodón es uno de los íconos que identifica a la región; es uno de los principales cultivos que se estableció desde hace más de dos siglos y sigue estando entre las principales actividades del campo y de la economía de campesinos de algunos municipios como San Pedro de las Colonias, que es donde actualmente se cuenta con una mayor superficie.
En este municipio que pertenece a la Región Lagunera de Coahuila, todavía se establecen cada año durante el Ciclo de Riego Agrícola, un total de 8 mil hectáreas de algodón, mientras que otros municipios cuentan también con la producción periódica de este cultivo, pero en menos extensión, tal es el caso de Francisco I. Madero con aproximadamente mil 500 hectáreas y 500 más en el municipio de Matamoros.
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La producción del conocido oro blanco, es amplia todavía en La Laguna y se estima que ronda en las 50 mil toneladas; sin embargo, los productores en este 2024 se siente un poco desesperanzados con el panorama, ya que no se ha terminado de comercializar, no han realizado los pagos de créditos del ciclo anterior y ya se viene encima el inicio del siguiente ciclo de riego para mediados de marzo de 2024.
Es un cultivo muy importante, que se produce en grandes cantidades, que en la región alcanza una calidad de primera y que, además, cotiza en la bolsa de valores, pero también es un producto de alta demanda para exportación.
La Comarca Lagunera, tanto de Coahuila como de Durango, es la zona de México en la que se cultiva la mayor cantidad de algodón; luego de esta, otros estados también lo hacen en gran medida como son Sinaloa, Sonora, Baja California, Chihuahua y Tamaulipas. En todos estos se estima que hay establecidas un total de 241 mil hectáreas de algodón en total.
México ocupa el noveno lugar en producción de algodón a nivel mundial, un cultivo de suma importancia porque tiene gran variedad de usos como materia prima para confeccionar prendas de ropa, toallas y demás productos textiles; su uso se extiende a la producción de cuerdas, papel, billetes, aceite de cocina, alimentos, materias primas, embalajes, pinturas, celulosa para la industria cosmética, jabones, fibras, e incluso biocombustibles.
Otro de los usos que se ha aplicado para el algodón es en la alimentación de algunos tipos de ganado, debido a sus propiedades y aportación de gran cantidad de nutrientes que ayudan a mejorar el rendimiento en la producción pecuaria, de acuerdo a información de la Sagarpa.
Productores enfrentan dificultades
El año pasado fue complicado para los productores de algodón en San Pedro de las Colonias, el rendimiento en sus cultivos se redujo considerablemente; años atrás se alcanzaba de 5.5 a 6 toneladas por hectárea y en el ciclo 2023 solo lograron en algunos predios de 2.5 a 2.2 máximos, por lo que falta prácticamente la mitad de la producción.
Además, las ventas están retrasadas y todavía tienen aproximadamente el 60 por ciento de las pacas, debido a que el precio se elevó y los compradores ya no acuden y se corre el riesgo de no colocar el producto antes de iniciar el nuevo ciclo, no poder pagar los créditos anteriores y no adquirir la semilla para sembrar este 2024.
Para los sampetrinos este cultivo es de suma importancia; son miles de familias que dependen de esta actividad, desde el campo con las labores, hasta las plantas que los procesan y empacan para su comercialización. Alrededor del cultivo se mueve en gran parte la economía del municipio, según indican los directivos de la planta despepitadora y comercializadora La Nueva Laguna.
Y otra de las problemáticas para quienes los producen, es que no se está pagando un precio justo y que también se sigue manejando la venta a través de intermediarios que ofrecen menos a los productores, pero lo revenden a cantidades mayores a las grandes textileras o empresas que lo requieren para su uso.
“En años anteriores una paca nos salía a nosotros en unos 8 mil pesos, cuando había buen precio, buen tipo de cambio, pero actualmente se reduce este precio casi en un 50 por ciento, se vende ahorita la paca como entre 4 mil 300 o 4 mil 600 máximo”, comentaron.
Por ello buscan apoyo para que se verifique la calidad de las semillas que entran al país y que las empresas les ofrecen; consideran que no son adecuadas y aptas para las condiciones de la tierra lagunera y por ello se está generando un bajo rendimiento y también una disminución en la calidad del producto que influye en la comercialización.
Un producto que genera economía
La planta Nueva Laguna genera más de 100 empleos directos, pero cada productor en su superficie cuenta con personal en las labores; además, en San Pedro de las Colonias existe una planta más y en el municipio de Francisco I. Madero también cuentan con fábrica. Se estima también que por cada 100 hectáreas trabajan mínimo 30 personas en el campo, mismo número de familias que dependen de esta actividad, únicamente en el área de cultivos.
El algodón mexicano sí se consume en gran parte del país, pero también en la industria internacional; la desventaja es que no cuentan con convenios o tratos directos con las empresas y ahí tienen pérdidas económicas considerables.
Actualmente, lo que falta en el campo lagunero son compradores, especialmente hablando del algodón, porque la cosecha se levantó y el proceso del algodón continuó, pero se tienen detenidas miles de pacas a falta de compradores debido al alza del precio en el producto.
“El principal problema ha sido siempre la comercialización; si estás seguro de vender, pues ya estás un paso adelante, pero es complicado. Sin embargo, tenemos la ventaja de que el algodón, a diferencia de los productos consumibles, tiene mayor tiempo de vida y lo podemos guardar con las medidas adecuadas”, comentó Florencio Durán, presidente de la Nueva Laguna.
Puede durar un año o dos en buenas condiciones, pero teniendo las medidas adecuadas porque también existen riesgos como incendios, lluvias que afectan al producto y bajan su calidad o hasta puede totalmente echarlo a perder. Tiene que almacenarse adecuadamente y estar protegido, porque en muchas ocasiones no están asegurados o ya vencieron las coberturas.
El algodón puede venderse durante todo el año, pero especialmente unos meses después de la cosecha que se da en septiembre; en estas fechas de inicio de año es común que ya no cuenten con producto, porque está cerca el próximo ciclo agrícola y hay que volver a sembrar.
El proceso del algodón
Es un cultivo muy noble que incluso en ambientes hostiles puede salir adelante porque no necesita gran cantidad de agua y resiste altas temperaturas como es el caso de La Laguna; las raíces del algodón llegan a ser tan amplias y profundas que les puede permitir encontrar agua en tiempos de sequía y también puede aprovechar la lluvia.
Este producto comienza a regar la tierra a mediados de marzo con el aniego que es la primera dotación de agua rodada que se otorga a los productores en la región y que llega alrededor del 14 o 15 de marzo; se rastrean las tierras y luego se realiza la siembra en forma del 28 de marzo al 20 o 24 de abril y se cierra ese riego.
Posteriormente, se aplican los fertilizantes y plaguicidas para continuar con los siguientes riegos de auxilio del ciclo, que en total son 3; del 15 de mayo en adelante se continúan cada 22 días hasta concluir con el proceso y llegar a las fechas de levantar la cosecha.
Se tienen que cuidar mucho de las plagas y mantener el cultivo fumigado, ya que son comunes y frecuentes en este tipo de cultivos; en la comarca Lagunera se presenta principalmente el picudo del algodón, pero también suelen registrarse algunas como el gusano rosado o la araña roja. Sin embargo, los productores, con las acciones necesarias como la fumigación constante con los productos adecuados, el manejo correcto e intenso cuidado y vigilancia de los cultivos, los han mantenido libres de plagas en los últimos años.
En el mes de agosto se empieza a pizcar el algodón, se levanta con las máquinas y para el mes de septiembre ya se tiene listo para empezar a pasarlo a las plantas donde se va a despepitar, separan la semilla, la fibra, la borra y comienzan a formarse, preparar y empaquetar las pacas.