La saturación hospitalaria es una realidad a la que no solamente se enfrenta México, sino también otros países como Brasil, por lo que un médico se vio en la necesidad de armar una clínica en su casa para atender a su madre enferma de COVID-19.
El doctor Marco Fonseca Barbosa tomó la decisión de instalar una clínica en su hogar, ubicado en la ciudad de Manaos para poder tratar a su mamá ante la falta de camas en su país. Cabe mencionar que el riesgo era alto pues la mujer presentaba diversas complicaciones de coronavirus y la reportaba como grave; sin embargo, el esperar un espacio libre en un hospital quizá hubiera sido demasiado tarde.
Ruth, de 56 años de edad, comenzó a tener fiebre y esperó cerca de cuatro horas para ser atendida afuera del hospital, esto motivó a su hijo a darle atención en su propia casa.
“Tenía fiebre y apenas podía respirar. Debería haber estado intubada. Les dije que era médico, pero nos hicieron esperar más de cuatro horas en sillas de plástico. No culpo en absoluto a mis colegas, sé que estamos viviendo una guerra”, detalló el joven médico. Tras ello, se dio a la tarea de conseguir un ventilador mecánico no invasivo, un tanque de oxígeno y creó una cama improvisada para asemejar a las que usan en los hospitales.
Mientras la mujer era intubada, su hijo la mantuvo viva con un aparato de nebulización y un cáteter nasal. Actualmente, Ruth se encuentra recuperándose del COVID-19, mientras es cuidada por Marco y su esposa.