En los últimos años, se ha dado un auge en los rituales espirituales y de sanación, así como en aquellos en los que se consumen brebajes, que quienes los ofrecen aseguran, son parte de la medicina ancestral y no causan daños.
Lo cierto es que también han ocurrido incidentes lamentables y letales en este tipo de ceremonias, debido a la ingesta de algunas de estas bebidas. Un caso reciente fue el de una actriz de 33 años que falleció en Durango durante un ritual de este tipo.
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Marcela Alcázar Rodríguez acudió con una amiga a una ceremonia donde ingirió una bebida conocida como "kambó", que al parecer se prepara con el veneno de una especie de rana. Al poco tiempo de ingerirla, comenzó a sentirse mal, con vómito, diarrea y malestar general. Por lo tanto, decidieron llevarla a la Cruz Roja, donde nada se pudo hacer y finalmente, murió. Se investiga el hecho y a los organizadores de la ceremonia denominada “Formación de Sanadores”, quienes además no les permitían la salida del retiro.
También, en octubre del presente año, un hombre de 45 años de edad, llamado Édgar, originario de Monclova, Coahuila, perdió la vida mientras se encontraba en una ceremonia de Ayahuasca en Saltillo. La Fiscalía General del Estado inició una investigación contra el chamán a cargo, “Puma Nawi”, por su posible responsabilidad.
La ceremonia en la que participó Édgar fue promovida por “Ayahuasca Corazón de Jaguar”, quienes incluso eliminaron todas las publicaciones referentes al ritual de sus redes sociales.
Cada vez hay más ceremonias de este tipo
En Torreón, se están popularizando e incrementando este tipo de ceremonias, donde también se toman ciertos tipos de bebidas preparadas con hierbas e infusiones, que son parte de la medicina ancestral. Una de ellas es el ya conocido ayahuasca.
Las ceremonias con ayahuasca se han popularizado ampliamente en la comarca Lagunera. Hay gente de otras ciudades o estados del país que viene a realizarlas o bien ya hay centros en la región que se especializan en este tipo de rituales y otras técnicas de sanación.
Hay diferentes centros que se dicen especializados en medicina holística o medicina ancestral y que promueven diversas técnicas para la sanación espiritual de las personas. También existen varios lugares que promocionan este tipo de experiencias incluso en redes sociales.
Uno de estos lugares es la clínica Onanya, que además de estas ceremonias con ayahuasca, ofrece otros tipos de terapias como psicológicas, biodescodificación, constelaciones familiares, reiki, biomagnetismo, meditación, yoga y más prácticas que en conjunto ofrecen una sanación integral.
Ofrecen estas plantas para una sanación física, mental y espiritual, para un despertar de conciencia, para evolucionar. Según quienes trabajan con este tipo de terapias, las medicinas ancestrales como ayahuasca o kambó se deben tomar de manera guiada, bajo supervisión y con el apoyo de los maestros.
Pero incluso en redes sociales, cada vez hay mayor presencia de personas o centros que aluden a la sanación espiritual y ofrecen este tipo de alternativas. Algunos vienen de otras ciudades y algunos ya están establecidos en la región. Se promocionan como retiros de transformación y autoconocimiento, con medicina sagrada amazónica.
Algunos nombres que figuran son: Clasificado Holístico Espiritual Torreón, Red Lagunera Torreón, Maestra Ayahuasca Monterrey, Ayahuasca Colibrí, Itzáe Casa Holística, entre otros.
¿Qué es la ayahuasca?
La ayahuasca es una mezcla vegetal con propiedades psicoactivas, que se utiliza en rituales tradicionales de origen amazónico. Esta bebida contiene dimetiltriptamina (DMT), un compuesto alucinógeno que provoca visiones intensas y una profunda introspección.
Se prepara principalmente con una liana leñosa de nombre Banisteriopsis caapi y las hojas de Psychotria viridis, una especie de arbusto del Amazonas. Aunque esta práctica ha sido utilizada por culturas indígenas con fines curativos y espirituales, su popularidad ha crecido globalmente en contextos alternativos de sanación.
En México, se realizan ceremonias de ayahuasca en diferentes lugares como la Riviera Maya, Oaxaca y la Ciudad de México, recibiendo a personas en busca de experiencias espirituales y terapéuticas. Sin embargo, ya se ha expandido a muchas regiones.
Pero su uso no está explícitamente regulado, y la legalidad de la ayahuasca varía según el contexto y las autoridades locales. Las ceremonias son dirigidas por chamanes o facilitadores que guían a los participantes a través de una experiencia que puede durar entre 4 y 8 horas, promoviendo la sanación emocional y la conexión espiritual.
¿Qué es el kambó?
El kambó es el veneno de una rana amazónica; se usa con presuntos objetivos terapéuticos y esta práctica se está extendiendo a nivel internacional, especialmente en Sudamérica, con la promesa de curar todo tipo de enfermedades.
Sin embargo, investigadores han advertido que ninguno de los beneficios que se le atribuye a este brebaje ha podido ser probado científicamente y que en algunos casos, su uso podría ser fatal. Tradicionalmente, los katukinas, kaxinawás y ashaninkas, entre otros grupos indígenas de Brasil, han utilizado kambó en rituales para reforzar el sistema inmunológico.
Para obtenerlo, cazan la rana tras seguir sus cantos, la inmovilizan, la atan de sus extremidades y le rascan con una espátula por la espalda para quitarle la secreción. Recientemente, chamanes occidentales han empezado a replicar las ceremonias en entornos urbanos.
¿Cuáles son los riesgos?
A pesar de sus supuestos beneficios, la ayahuasca no está exenta de riesgos, sobre todo cuando no se prepara ni se ingiere con la supervisión adecuada. Puede generar efectos psicológicos adversos, visiones intensas que pueden desencadenar episodios de ansiedad extrema, paranoia o revivir traumas profundos.
Además, también presenta riesgos cuando se interactúa con medicamentos y puede ser peligrosa. Aquellos medicamentos para la salud mental, como los antidepresivos, son los de mayor riesgo. Las personas con problemas cardíacos, epilepsia o condiciones graves de salud deben evitarla también, debido a los posibles riesgos físicos.
Otros riesgos pueden surgir cuando se mezcla con factores como la falta de preparación física, poco descanso y una alimentación inapropiada. La falta de experiencia en la conducción de la ceremonia también puede llevar a desenlaces fatales. Los efectos de la ayahuasca pueden durar entre 4 y 6 horas e incluyen náuseas y vómitos, diarrea, presión alta, euforia, sentimientos de conexión y unidad, introspección, intensas alucinaciones visuales y auditivas, y experimentación de emociones intensas, ansiedad.
En dosis altas, los componentes alucinógenos de la ayahuasca pueden provocar que las personas desarrollen crisis psicóticas e incluso esquizofrenia, si se ingiere en grandes cantidades o si se combina con otros medicamentos o sustancias químicas. Además, las reacciones dependen también de cada persona, su constitución genética o predisposición a padecer algún trastorno mental. A nivel neurobiológico, se ha encontrado que la ayahuasca afecta a estructuras cerebrales implicadas en la memoria, la emoción y el aprendizaje, además de una acción serotoninérgica.
En el caso del kambó, podría ser especialmente peligroso para los usuarios con cualquier enfermedad relacionada con el sistema cardiovascular debido a la presencia de bradiquinina, un potente vasodilatador. Estos péptidos causan la vasodilatación y una relajación de los músculos, por lo que existe la posibilidad de que el kambó produzca efectos secundarios como hipotensión, taquicardia y palpitaciones.
No existe un uso seguro del kambó. La toxina contiene varios compuestos diferentes que pueden causar efectos secundarios adversos como náuseas, vómitos, diarrea o calambres abdominales, y también puede producir una sensación de calma o euforia similar a la de los opioides. Además, en la ceremonia se realizan cinco quemaduras.
El hecho de que las secreciones de la rana sean naturales no significa que sean eficaces o seguras. Las toxinas pueden dilatar los vasos sanguíneos y acelerar el ritmo cardíaco, lo que podría provocar un ataque cardíaco o ritmos cardíacos inseguros. También pueden tener interacciones negativas con ciertos medicamentos farmacéuticos. Las depuraciones con kambó también pueden llevar a la sobrehidratación, ya que los practicantes generalmente recomiendan beber mucha agua antes de una depuración, y el exceso de agua puede diluir los niveles de electrolitos.
