En una investigación pionera llevada a cabo en la Universidad de Nagoya, se ha descubierto que las anguilas eléctricas poseen la asombrosa capacidad de alterar los genes de las larvas de peces mediante descargas energéticas. Este fascinante estudio, que arroja nueva luz sobre la relación entre estos animales eléctricos y su entorno acuático, fue publicado recientemente en PeerJ-Life and Environment.
Las anguilas eléctricas, reconocidas como las generadoras de energía más grandes del planeta, pueden liberar hasta 860 voltios, suficientes para poner en funcionamiento una máquina. Los hallazgos de este estudio se suman al conocimiento existente sobre la electroporación, una técnica genética que utiliza campos eléctricos para abrir temporalmente poros en las membranas celulares, facilitando la entrada de moléculas como el ADN o las proteínas.
El equipo de investigación de la Universidad de Nagoya, intrigado por la posibilidad de que la electricidad fluyendo en el agua pudiera afectar a las células de los organismos circundantes, realizó experimentos en los que expusieron peces jóvenes a una solución de ADN con un marcador luminoso. Introdujeron luego una anguila eléctrica y la incitaron a morder un alimento para liberar electricidad. Los sorprendentes resultados mostraron que el 5 por ciento de las larvas presentaban marcadores que evidenciaban la transferencia de genes.
Este descubrimiento no solo amplía nuestra comprensión de la electroporación, sino que también plantea nuevas preguntas sobre la influencia de las anguilas eléctricas en la genética de las criaturas que comparten su hábitat acuático.