/ miércoles 31 de enero de 2024

Estudio revela que especie de hormiga puede alterar la vida de un león africano

Hormigas cabezonas afectan la dinámica depredador-presa en África oriental, según estudio de la Universidad de Wyoming y Florida

Una diminuta especie de hormiga invasora está desencadenando cambios significativos en la cubierta arbórea de una zona silvestre en África oriental, impactando a los leones, considerados los depredadores más emblemáticos del mundo, y su caza de la cebra, su presa favorita.

La investigación, que abarca estudios realizados durante tres décadas en el parque Ol Pejeta de Kenia, fue publicada en la revista Science y cuenta con la firma de expertos de la Universidad de Wyoming y de Florida. Según el comunicado de la Universidad de Wyoming, la invasión de las hormigas cabezonas en el Ol Pejeta Conservancy en Kenia está afectando la eficacia de los leones al cazar cebras.

El estudio revela que las hormigas invasoras están eliminando a las hormigas acacias nativas que protegen a los árboles de la espina silbadora de los elefantes y otros herbívoros, lo que resulta en una menor cobertura arbórea. Esto dificulta que los leones embosquen a las cebras, su presa preferida.

"Demonstramos que un pequeño invasor reconfigura la dinámica depredador-presa entre especies icónicas", afirman los investigadores liderados por el Ph.D. estudiante Douglas Kamaru, parte del grupo de investigación del profesor Jacob Goheen en el Departamento de Zoología y Fisiología de la Universidad de Washington.

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores utilizaron cámaras trampa ocultas, leones con collar rastreados por satélite y modelos estadísticos. El trabajo pone de manifiesto la complejidad de las interacciones entre hormigas, árboles, elefantes, leones, cebras y búfalos.

Alteración en las Acacias de Ol Pejeta Conservancy

La Universidad de Florida señala en un comunicado que la alteración comienza en las acacias de Ol Pejeta, una reserva natural en el centro de Kenia. Estos árboles han estado protegidos durante mucho tiempo por una especie de hormiga que vive en sus espinas bulbosas, defendiéndolos de grandes herbívoros, como elefantes y jirafas.

Sin embargo, la llegada de la hormiga cabezona ("Pheidole megacephala") ha alterado esta relación. Aunque estas hormigas son pequeñas, son cazadoras voraces de insectos y destruyen las colonias de hormigas protectoras de los árboles. Esto deja a las acacias vulnerables a los elefantes, que están devastando los árboles.

Pequeñas hormigas con grandes consecuencias

"Descubrimos que son las pequeñas cosas las que dominan el mundo", comenta Todd Palmer, ecólogo y profesor del Departamento de Biología de la Universidad de Florida. Las hormigas cabezonas, que aparecieron hace aproximadamente 15 años, están transformando los paisajes de manera sutil pero con efectos devastadores.

A pesar de estos cambios, la población de leones no ha disminuido, ya que han cambiado su dieta de cebras a búfalos africanos, que corren el mismo riesgo de ser depredados en las áreas afectadas. "Para sacar lo mejor de una mala situación, los leones están dirigiendo su atención a los búfalos. Sin embargo, los búfalos son más grandes y más formidables", explica Palmer.

La investigación, liderada por el candidato a doctorado y científico keniano Douglas Kamaru, cuenta con la participación de Jake Goheen de la Universidad de Wyoming y Corinna Riginos de The Nature Conservancy como co-investigadores principales de la subvención de la Fundación Nacional de Ciencias que financió el trabajo. La buena noticia es que, hasta el momento, la población de leones no ha disminuido a pesar de los cambios en el ecosistema.

Una diminuta especie de hormiga invasora está desencadenando cambios significativos en la cubierta arbórea de una zona silvestre en África oriental, impactando a los leones, considerados los depredadores más emblemáticos del mundo, y su caza de la cebra, su presa favorita.

La investigación, que abarca estudios realizados durante tres décadas en el parque Ol Pejeta de Kenia, fue publicada en la revista Science y cuenta con la firma de expertos de la Universidad de Wyoming y de Florida. Según el comunicado de la Universidad de Wyoming, la invasión de las hormigas cabezonas en el Ol Pejeta Conservancy en Kenia está afectando la eficacia de los leones al cazar cebras.

El estudio revela que las hormigas invasoras están eliminando a las hormigas acacias nativas que protegen a los árboles de la espina silbadora de los elefantes y otros herbívoros, lo que resulta en una menor cobertura arbórea. Esto dificulta que los leones embosquen a las cebras, su presa preferida.

"Demonstramos que un pequeño invasor reconfigura la dinámica depredador-presa entre especies icónicas", afirman los investigadores liderados por el Ph.D. estudiante Douglas Kamaru, parte del grupo de investigación del profesor Jacob Goheen en el Departamento de Zoología y Fisiología de la Universidad de Washington.

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores utilizaron cámaras trampa ocultas, leones con collar rastreados por satélite y modelos estadísticos. El trabajo pone de manifiesto la complejidad de las interacciones entre hormigas, árboles, elefantes, leones, cebras y búfalos.

Alteración en las Acacias de Ol Pejeta Conservancy

La Universidad de Florida señala en un comunicado que la alteración comienza en las acacias de Ol Pejeta, una reserva natural en el centro de Kenia. Estos árboles han estado protegidos durante mucho tiempo por una especie de hormiga que vive en sus espinas bulbosas, defendiéndolos de grandes herbívoros, como elefantes y jirafas.

Sin embargo, la llegada de la hormiga cabezona ("Pheidole megacephala") ha alterado esta relación. Aunque estas hormigas son pequeñas, son cazadoras voraces de insectos y destruyen las colonias de hormigas protectoras de los árboles. Esto deja a las acacias vulnerables a los elefantes, que están devastando los árboles.

Pequeñas hormigas con grandes consecuencias

"Descubrimos que son las pequeñas cosas las que dominan el mundo", comenta Todd Palmer, ecólogo y profesor del Departamento de Biología de la Universidad de Florida. Las hormigas cabezonas, que aparecieron hace aproximadamente 15 años, están transformando los paisajes de manera sutil pero con efectos devastadores.

A pesar de estos cambios, la población de leones no ha disminuido, ya que han cambiado su dieta de cebras a búfalos africanos, que corren el mismo riesgo de ser depredados en las áreas afectadas. "Para sacar lo mejor de una mala situación, los leones están dirigiendo su atención a los búfalos. Sin embargo, los búfalos son más grandes y más formidables", explica Palmer.

La investigación, liderada por el candidato a doctorado y científico keniano Douglas Kamaru, cuenta con la participación de Jake Goheen de la Universidad de Wyoming y Corinna Riginos de The Nature Conservancy como co-investigadores principales de la subvención de la Fundación Nacional de Ciencias que financió el trabajo. La buena noticia es que, hasta el momento, la población de leones no ha disminuido a pesar de los cambios en el ecosistema.

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