Un joven australiano terminó parapléjico luego de comerse una babosa para ganar una apuesta. ¿Qué le pasó? Te contamos.

Aceptar un desafío cambió la vida de un joven en Australia, pues esta le trajo consecuencias devastadoras. El joven jugador de rugby fue retado por sus amigos a comerse una babosa. Como resultado del reto, el joven sufrió de una infección parasitaria que le causó una enfermedad cerebral grave, dejándolo paralizado del cuello para abajo.

Corría el año 2010, Sam Ballard, de entonces 19 años, se tragó una babosa que portaba el parásito de la lombriz Angiostrongylus cantonesis, comúnmente conocido como el gusano pulmonar de rata.

Como adultos, estos parásitos infectan a ratas, pero durante su primer ciclo de vida pueden portar caracoles y babosas que comen heces de ratas, de manera que pueden infectar también a humanos que consumen estos animales no bien cocidos.

En el caso de Ballard, el parásito le causó una infección cerebral grave. Estivo en coma por 420 días. Luego de ser dado de alta, tres años después, Sam seguía paralizado del cuello para abajo, por lo que requiere un cuidado las 24 horas del día.

¿Qué es la enfermedad Angiostrngilosis?

Angiostrongilosis es como se le conoce a la enfermedad ocasionada por el parásito Angiostrongylus cantonensis o el parásito Angiostrongylus costaricensis, ambos responsables de angiostrongilosis abdominal o meningoencefalitis eosinofílica.

Aunque el parásito no suele ocasionar tantas molestias, en el caso de Sam, ocasionó meningoencefalitis eosinofílica, haciendo que los glóbulos blancos aumentaran en el cerebro y el fluido espinal, detonando en parálisis.

Luego de “luchar” por más de ocho años contra la infección, Ballard falleció a los 29 años.

El ministerio de Salud de Australia señaló que se trata de una infección extremadamente inusual. Además, invitan a la población a no comer caracoles o babosas crudos; así como a lavar minuciosamente frutas y verduras e inspeccionar que no estén en contacto con babosas.