El Quetzalcoatlus northropi fue uno de los animales prehistóricos que tenía las alas más grande de todos los seres en la Tierra, pero guardaba un secreto muy especial que tenía para poder volar.
Fue hace 67 millones de años que en la Tierra existió el animal volador más impresionante de la historia, fue conocido como el pterosaurios pterodactiloideo.
Este ah sido quizá el descubrimiento fósil más exitoso del siglo XIX. Por eso, desde 1975, se han descubierto dos especies: un pterosaurio enorme que fue identificado por solo unos pocos huesos y uno más pequeño.
¿Pero cómo hacía para volar? Un estudio sugiere que este gigante animal tenía que dar un salto de al menos 2.5 metros en el aire para poder tomar impulso y tomar el vuelo.
Sus alas medían alrededor de 11 metros y tal como si fuera un avión, antes de aterrizar bajaba considerablemente su velocidad para poder tocar suelo.
En una de las expediciones se pudo descubrir de acuerdo a sus huellas fósiles que el aterrizaje y la caminata eran muy poco convencional.