Temporada de huracanes 2020 será peor de lo normal

Especialistas señalan que se esperan fuertes eventos climatológicos

Noticias de El Sol de La Laguna

  · sábado 9 de mayo de 2020

Especialistas aseguran que se esperan varios fenómenos intensos para este año | Cortesía 

Meteorólogos especialistas de diferentes partes del mundo han manifestado que la temporada de huracanes será peor de lo que se ha visto en años anteriores, debido a las condiciones oceánicas y atmosféricas que persisten actualmente y que han observado en años anteriores.

La temporada comienza oficialmente el 1 de junio, pero algunos meteorólogos que han estado siguiendo las dinámicas oceánicas y atmosféricas en los últimos meses dicen que las condiciones son propicias para las tormentas.

"Estoy seguro de que nadie quiere escuchar esto con todo lo demás, pero parece que será una temporada relativamente activa", dijo Phil Klotzbach, científico atmosférico de la Universidad Estatal de Colorado en Fort Collins.

Los especialistas predicen 16 tormentas con vientos de 39 millas por hora o más. De ellos, los modelos de los investigadores sugieren que ocho podrían convertirse en huracanes, incluidos cuatro huracanes "principales" que alcanzan la categoría 3 o superior.

Asimismo, aseguran que una temporada promedio tiene 12 tormentas con nombre, seis huracanes y tres huracanes importantes, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, que se espera que publique su pronóstico oficial de la temporada de huracanes a finales de este mes.

Hay dos factores principales que sugieren que la temporada de huracanes de este año podría estar más ocupada de lo habitual: temperaturas de la superficie del mar más cálidas que el promedio en el Océano Atlántico y bajas probabilidades de que regrese un patrón climático conocido como El Niño.

Sin embargo, los especialistas en el tema aseguraron que es poco probable que las condiciones de El Niño se desarrollen este año. Ese fenómeno, caracterizado por aguas inusualmente cálidas en el Océano Pacífico, influye en los patrones climáticos de todo el mundo y generalmente aumenta la cizalladura del viento en el Atlántico, lo que puede desgarrar los huracanes e interrumpir las tormentas importantes a medida que se forman.