Con Torreón, Gómez Palacio, Lerdo, San Pedro y otros municipios de La Laguna experimentando una ola de calor, los efectos de las altas temperaturas han generado un debate sobre cuál tipo de clima, el frío o el calor, es preferible. Según las predicciones de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), esta semana se espera que la ola de calor se extienda en México, con temperaturas superiores a los 45 grados centígrados en ocho de los 32 estados del país.
Ante esta situación, es relevante considerar las ventajas de cada tipo de clima, según diversos estudios realizados por BMJ Journals, Reader's Digest e Inspiy.
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¿Qué es mejor: el clima frío o calor?
En cuanto al clima frío, existen varios beneficios que se pueden destacar. En primer lugar, las bajas temperaturas permiten disfrutar de bebidas calientes como el chocolate o el café, brindando comodidad y placer durante esta temporada. Además, el invierno propicia el consumo de frutas cítricas como las naranjas y mandarinas, las cuales son ricas en vitamina C y otros nutrientes beneficiosos para la salud.
Por otro lado, las bajas temperaturas externas contribuyen a mantener los hogares más frescos, lo que facilita un mejor descanso durante la noche y evita la sudoración excesiva y la sensación de bochorno. Esto a su vez favorece un sueño más reparador y cómodo. Además, el frío tiene la capacidad de reducir la inflamación muscular y mejorar la circulación sanguínea, lo cual puede tener beneficios para la apariencia de la piel y la salud general del cuerpo.
En términos de ejercicio, realizar actividades físicas durante el invierno puede ser beneficioso, ya que el cuerpo necesita un mayor esfuerzo para mantenerse caliente, lo que resulta en un gasto energético adicional y puede contribuir a la quema de grasa. Asimismo, el clima frío reduce la presencia de insectos voladores, como los mosquitos, que suelen desaparecer durante esta temporada, disminuyendo las molestias y los riesgos asociados con las picaduras y las enfermedades transmitidas por estos insectos.
Por otro lado, el clima cálido también ofrece una serie de ventajas para los seres vivos. La exposición a la luz solar en climas cálidos puede aumentar los niveles de vitamina D en el cuerpo, lo cual es fundamental para la salud ósea y el sistema inmunológico, además de ayudar a prevenir ciertos tipos de cáncer.
Asimismo, se ha demostrado que el aumento de la temperatura corporal en climas cálidos mejora la memoria y el rendimiento mental. La luz solar también puede favorecer la alerta y el funcionamiento cognitivo al mantener la temperatura corporal alta. En términos de salud, el calor puede tener efectos positivos en el sistema cardiovascular y respiratorio, ya que la apertura de los vasos sanguíneos debido al calor reduce la presión arterial y disminuye la carga de trabajo del corazón. Además, la menor presencia de humedad en el aire durante el clima cálido reduce el moho, lo que puede disminuir el riesgo de infecciones respiratorias y ser beneficioso para las personas con artritis.
El clima cálido también puede tener un impacto positivo en el estado de ánimo. La exposición al sol estimula la producción de serotonina, una hormona relacionada con la felicidad y el bienestar emocional. Además, la exposición solar reduce la melatonina, la hormona responsable del sueño, lo que puede aumentar la energía y mejorar el estado de alerta.
Por último, hay evidencias que sugieren que vivir en climas cálidos puede contribuir a una vida más longeva. En algunas regiones del mundo donde el clima es cálido, se ha observado una mayor longevidad. Esto puede atribuirse al hecho de que las personas en estas áreas están más propensas a realizar actividades al aire libre, como caminar o hacer ejercicio, lo que promueve una mejor circulación y una mayor ingesta de aire fresco.
En conclusión, tanto el clima frío como el cálido tienen sus ventajas y beneficios para la salud. El frío puede brindar comodidad, mejorar la calidad del sueño, promover la circulación sanguínea y facilitar la pérdida de grasa. Mientras tanto, el calor puede aumentar los niveles de vitamina D, mejorar la memoria, beneficiar el sistema cardiovascular y respiratorio, reducir el estrés y potencialmente contribuir a una vida más larga. La elección entre ambos climas dependerá de las preferencias individuales y las necesidades específicas de cada persona.